Un paciente que vive con el virus desde 1989 asegura que la situación es complicada, porque se juega con la vida de muchas personas que dependen de los medicamentos para tener una salud estable, ya que al dejar de consumirlos se crea resistencia a los fármacos y se ven obligados a cambiar de esquema y muchas veces no hay disponibilidad de estos.
“He buscado en internet para poderlos conseguirlos y lo más cercano es en México y si uno tiene suerte puede cruzar la frontera en Tapachula, pero un esquema como el que tengo puede costar hasta Q3 mil 500 al mes”, refirió el paciente.
Añadió que muchas veces en el IGSS la entrega de algunos medicamentos se maneja de manera informal, “porque hay pacientes que han cambiado de esquemas porque el virus se vuelve resistente y devuelven lo que les queda, pero el IGGS lo va almacenando para otros pacientes para cuando se quedan sin existencias”.
Agregó que cuando eso ocurre el tratamiento es solo para unos días y que “esa informalidad no queda documentada, porque no se firma ningún documento y tampoco hay recetas”.
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Agregó que se quedó sin medicamentos desde principios de febrero.
“Tengo que gastar más de Q1 mil sino tengo una respuesta entre hoy y mañana, porque mi vida está comprometida”, porque si no se cuenta con los medicamentos uno se puede deteriorar en semanas”, lamentó.
“He sabido de casos en el IGSS de pacientes que por no tomar un retroviral durante una semana se volvió resistente (…) y entonces se van agotando las alternativas y puede ser una sentencia de muerte”, comentó.
Otro paciente del IGSS, de 56 años, señaló que les dan consulta a cada tres meses y por la falta de médicos esta se convierte en cita y entrega de recetas, pero no hay medicinas.
“El problema es que nos entregan las recetas y cuando uno va a la farmacia nos dicen que no hay existencias. Le ponen un sello a la receta para que uno llame, pero nadie responde”, comentó.
Además, asegura que los medicamentos no son de fácil comercialización y “el problema es que cuando uno se hace resistente se corren riesgo de muerte, porque ya no solo seríamos portadore sino también enfermos de sida”.
Por su parte, el IGSS asegura que la falta de algunos medicamentos se debe a que no hay ofertas de compra y las cotizaciones que suben al portal de Guatecompras quedan desiertas.
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“El medicamento código 10542 abacavir, se ha publicado varías veces en el portal de Guatecompras para su adquisición, lamentablemente no se ha obtenido ofertas que permitan su compra, por lo cual los especialistas en el tema han tomado la decisión de sustituirlo por otro medicamento que cumple con el tratamiento terapéutico que necesita el paciente, en cuanto a las tabletas comprimidas del otro medicamento en cuestión si se tiene disponibilidad”, señaló el IGSS.
