Salud y Familia

Síndrome postvacacional: por qué nos cuesta retomar el ritmo en el trabajo

El cansancio, ansiedad y tristeza que siente al regresar al trabajo después de las vacaciones se puede evitar mediante actividades de organización y retomar hábitos poco a poco.

Después de un largo periodo de vacaciones se presenta ansiedad y estrés por retomar la rutina, pero desear seguir descansando. (Foto Prensa Libre: Elisa Ventur on Unsplash).

Después de un largo periodo de vacaciones se presenta ansiedad y estrés por retomar la rutina, pero desear seguir descansando. (Foto Prensa Libre: Elisa Ventur on Unsplash).

Cuando vemos que las vacaciones se aproximan nuestro ánimo mejora y la motivación aumenta, hasta trabajamos con más rapidez para dejar todos los pendientes terminados. Sin embargo, cuando toca regresar a laborar algunas personas sufren un “bajón” emocional que les impide retomar su rutina como antes.

Este malestar es conocido como “Síndrome postvacacional” y se caracteriza en etapas posteriores a las vacaciones o a periodos de descanso largos. Es común que se presente a inicio de año o después del descanso anual que tienen algunos trabajadores.

“No todos sufren de este síndrome. Se da más en aquellas personas que perciben su trabajo como una condena o algo desagradable, quizá les gusta su trabajo pero no se llevan bien con los compañeros. Al contrario de alguien que ama lo que hace y se siente cómodo en la empresa, estará deseoso o tranquilo de regresar a su rutina”, dice Julia Gálvez, psicóloga industrial.

La profesional comenta que este síndrome también es conocido como “depresión postvacacional”, sin embargo, no es el término adecuado porque podría banalizar una patología como la depresión que puede ser “muy invalidante”. Además, no se trata de una enfermedad, sino de un proceso de adaptación normalizado y frecuente en las personas; por lo que recomienda llamarlo “síndrome postvacacional”.

¿En qué consiste?

Cuando se regresa al trabajo después de unas largas vacaciones el cuerpo de cierta forma se rebela contra aquello que no lo hace sentir bien o igual de relajado como estaba hace unos días, por lo que se presentan molestias como insomnio, cansancio excesivo o dificultad para concentrarse. El conjunto de estos síntomas son el síndrome postvacacional.

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Las molestias anteriores también van acompañadas de falta de motivación, tristeza, irritabilidad, dolores musculares, fatiga, falta de apetito y nerviosismo. Según Adriana Aquino, coach empresarial, el síndrome puede durar desde tres hasta 21 días, porque es el tiempo aproximado en que las personas nos volvemos a adaptar a la nueva rutina.

Irritabilidad, ansiedad, estrés y cansancio caracterizan al síndrome postvacacional. (Foto Prensa Libre: Magnet.me on Unsplash).

“Hay quienes el periodo de adaptación se alarga, entonces se comienzan a presentar cuadros de ansiedad y depresión. Si este es el caso, hay que buscar ayuda psicológica”, enfatiza.

Además de no sentirse cómodo en el trabajo, otras de las causas es el cambio de rutina, de horarios el aumento de las obligaciones y la ausencia de periodos de tranquilidad, por lo que se aumenta el estrés y la melancolía al tiempo que se tuvo para descansar durante las vacaciones.

Cómo evitarlo

Existen algunas actividades que las profesionales recomiendan para evitar que aparezcan los síntomas relacionados al síndrome postvacacional. La mayoría de las recomendaciones se basa en comenzar los hábitos poco a poco, comenzando días antes de reincorporarse al trabajo para evitar que el cambio sea muy brusco y el cuerpo se resienta más.

Haga un álbum de fotos de su viaje: ya sea digital o en papel, pero puede tener fotos guardadas de su viaje y verlas constantemente como motivación para seguir trabajando.

Planificar el regreso: tratar de regresar a casa unos días antes de comenzar a trabajar otra vez ayudará a familiarizarse con la rutina. El horario de sueño, los hábitos alimenticos y la actividad física podrá retomarnos antes de regresar al trabajo. Además, un día antes puede organizar su regreso a la oficina, haciendo su lista de los pendientes que tendrá que hacer.

Planificar los primeros días en el trabajo le ayudarán a comenzar de forma gradual. (Foto Prensa Libre: Thought Catalog on Unsplash).

Empezar de manera gradual: para no sentir el regreso muy pesado, fije objetivos realistas y empiece por el más pequeño. No se sobrecargue con metas grandes y trate de terminar pendientes muy fuertes, porque solo se abrumará más y comenzarán síntomas como la ansiedad y el estrés.

Lo ideal es que el primer día de vuelta lo tome muy tranquilo y se tome tiempo para platicar con sus compañeros y reordenar sus pendientes.

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Sea paciente: Debe tomar en cuenta que este síndrome es pasajero. Conforme se vaya adecuando a su rutina los síntomas de cansancio, ansiedad y estrés irán desapareciendo. Sin embargo, es vital que usted ponga de su parte para salir adelante. En caso de que los síntomas se alarguen por más de tres semanas la recomendación es que visite a un médico.

Haga actividad física: el mantenerse activo y hacer ejercicio está relacionado con las formas de combatir el estrés y la ansiedad. Considere practicar algún deporte o alguna actividad que lo mantenga activo para ayudar a combatir o prevenir los síntomas.

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Evite llevar trabajo a casa: si lo hace, solo aumentará su cansancio. Para evitarlo, trate de comenzar con los objetivos más simples y en los horarios en los que es más productivo, haga el trabajo que más concentración requiere. Recuerde comenzar los primeros días con el trabajo de forma gradual.

Mantenga su tiempo libre: trate de cumplir con el tiempo libre que tenía antes de irse de vacaciones. No se sobrecargue de trabajo solo porque viene de descansar. Dedique tiempo libre a su familia, amigos, pasatiempos o las formas que tiene para despejar la mente de lo laboral.

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