Pero lo de ser capitán de vuelo solo es una faceta del piloto estadounidense. Fue narcotraficante, perteneció a la CIA, informante de la DEA y contratado por EE. UU. para armar la “lucha contra el comunismo” en Nicaragua.
De acuerdo con una publicación de El Comercio de Perú, Seal trabajaba para la aerolínea Trans World, lo que inspiró a que se escribiera en 2017 el guion de Barry Seal: solo en América, una película publicada en plena Guerra Fría.
Según este guion, Seal renunció a la aviación después de que fue reclutado por la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. (CIA).
“Su primera misión fue sobrevolar los campos de entrenamiento de los sandinistas nicaragüenses y obtener fotos de ellos”, consigna El Comercio.
Mientras arma la “contra” de Nicaragua, se hace amigo de narcotraficantes colombianos, con lo que recauda millones de dólares.
Usando los mismos aviones de la CIA y bajo la protección de EE. UU. logra ingresar a ese país toneladas de drogas.
Sin embargo, tras ser descubierto, es arrestado en Colombia y acusado por cargos de narcotráfico y nexos con el cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar.
También por influencia de EE. UU. es liberado en Colombia (aunque, al parecer, la realidad es que fue arrestado en Nicaragua) y regresa a su país natal.
Para librarse de la prisión, comienza a ser informante de la Agencia Antidrogas (DEA) y el gobierno de Ronald Reagan le asigna la misión de fotografiar a narcos colombianos, como los hermanos Ochoa y el mismo Escobar, descargando cargamentos de droga junto a funcionarios del gobierno nicaragüense.
Lea también: Rusia pide rendirse a ucranianos en Mariúpol y Ucrania dice que lucharán hasta el final
De acuerdo con la película, tras revelarse las comprometedoras imágenes, Escobar envió a tres sicarios para matarlo.
Así, según el guion, el polifacético Seal muere a balazos en 1986 en Baton Rouge, Luisiana, durante una misión del Ejército de Salvación, a los 46 años.
