Los altos precios de materias primas como el maíz y trigo, la ruptura de las cadenas globales de suministro, la alta inflación en Estados Unidos y el conflicto ente Rusia y Ucrania ya afectan el clima de negocios en Guatemala, reiteró este jueves Paulo de León, director de la firma consultora Central American Business Intelligence (Ca-bi).
Durante el foro “Actualización de la situación económica mundial y nacional”, que llevó a cabo la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), de León expuso los diferentes frentes que están enfrentando los empresarios, ahora en un contexto de normalización.
Hasta hace pocos días, las autoridades económicas presentaban indicadores macroeconómicos sostenibles en comparación con otras economías y un comportamiento de “normalización aritmética” muy propicio para la atracción de inversiones y negocios, dada la situación política de otros países vecinos.
Además, se ha remarcado que el país cuenta con un comportamiento estable del tipo de cambio, un mejor desempeño del índice mensual de la actividad económica, así como del de confianza por parte del sector privado, factores que se añaden al nearshoring (cercanía a mercados importantes, como el de Estados Unidos).
En cuanto a las remesas, son recursos que han dinamizado a varios sectores productivos como la construcción, mientras que el consumo genera un efecto cadena hacia el resto de la economía. Pero en poco tiempo, esto puede cambiar y no precisamente para bien.
Efecto Fed
Esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos, subió la tasa de interés en 50 puntos básicos, para controlar la mayor inflación que ha experimentado en décadas y con ese ajuste, se ubica en un rango de 0.75% a 1%, por lo que según el director de Ca-bi, el mercado crediticio empezará a registrar movimiento, se provocará una caída en la demanda de recursos y con eso, se presionará hacia abajo el nivel general de precios, que es el objetivo.
Otra consecuencia es que se esperaría un movimiento en la tasa libor -que es la referencia a nivel mundial- durante el año, y eso generará un “coletazo” para economías como las de Centroamérica, por lo que sus bancos centrales tendrán que seguir el ejemplo del país norteamericano.
Recordó que en la región, Honduras y Guatemala son los únicos países que no han movido sus tasas, pero será inevitable que, a final de año, estas se muevan hasta en 50 puntos básicos (0.5%).
“Se viene un aumento en la tasa de interés; en algunos países, más rápido que otros, aunque Guatemala podría ir más lento porque su macroeconomía está bastante bien”, puntualizó. Pero eso no garantiza que se quede en el 1.75% actual.
En cuanto al nivel de ventas, enfatizó que podrían esperarse una desaceleración en comparación con el año pasado, y en todo caso se podría esperar un “frenazo” en la economía de EE. UU., situación que puede pegar en Guatemala en los próximos meses y en 2023.
Temas a largo plazo
Respecto a los negocios y la actividad industrial, De León aseveró que posiblemente se está importando más volumen, afectando los márgenes.
Citó como ejemplo, que anteriormente la materia prima para elaborar un producto tardaba entre dos y tres semanas en ingresar al país para iniciar la producción, pero ahora hay que esperar entre 60 y 90 días, situación que acarrea costos financieros.
Alejandro Ceballos, vicepresidente de la Comisión de Vestuario y Textiles (Vestex), declaró que continúan los problemas para importar mercancías desde China, lo que también retrasa la producción en gran cantidad de empresas. Y eso, definitivamente va a afectar los niveles de productividad y posiblemente, las exportaciones, por lo que se buscan soluciones urgentes.
¿Subir la tasa?
Clynton Flores, director de Economía de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), ha recomendado, en varias ocasiones, que la Junta Monetaria (JM) también debe subir la tasa líder de política monetaria antes de que sea demasiado tarde.
“El Banco de Guatemala (Banguat) tuvo la oportunidad de aumentar la tasa lider en abril y no lo hizo, aún cuando la propia institución reporta que la inflación no está registrada de manera confiable porque hay que actualizar las mediciones que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE). Debería de subir la tasa inmediatamente, en la próxima reunión de JM”.
Añadió que bancos centrales, como el de México, subieron su tasa con anticipación, mientras que en Guatemala, la inflación sigue al alza y está descontrolada. “Si la JM no quiere seguir afectando el poder adquisitivo de los guatemaltecos, debe subir la tasa líder ya. La subida de la Fed fue fuerte y Guatemala no puede pretender tener el mismo nivel de tasa líder que Estados Unidos porque eso presupondría el mismo nivel de riesgo-país”.
Banco Mundial: hay un gran desafío
Esta semana, el Banco Mundial (BM) publicó su informe semestral de la región de América Latina y el Caribe, en el cual expone que, a comienzos del 2022, la inflación general en los cuales se incluyen alimentos y combustibles en la región subió hasta alrededor de 7%, suscitando el temor de que los contratos salariales, atentos a la expectativa de futuros aumentos de precios, incluyan cláusulas inflacionarias que deriven en una espiral de precios de difícil contención a mediano plazo.
“La inflación general, así como la inflación núcleo excedieron las metas de los bancos centrales de toda la región y las autoridades se han vuelto más agresivas en términos de alzas de las tasas de interés, con efectos concomitantes debilitantes sobre la recuperación”.
El informe subraya que esta situación se ve agravada por una inflación mayor a la prevista en los países avanzados, ahora exacerbada por la presión de los productos primarios y la menor actividad económica mundial surgida de la invasión rusa a Ucrania.
El BM subraya que a finales de 2021 y comienzos de 2022, el alza de precios se debió en buena medida a factores relacionados con la demanda, por el fin de los grandes paquetes de estímulo fiscal llevados a cabo durante la pandemia; pero ahora, el repunte se deberá a factores relacionados con la oferta, como los precios del petróleo y otros productos primarios.
“A pesar de estas presiones, los mercados parecen creer que la inflación en las economías avanzadas y en menor medida, el alza en los precios del petróleo serán transitorias”.
Cualquiera sea el caso, señala que la Reserva Federal de EE. UU. subirá las tasas de interés en los próximos trimestres, agudizando el dilema monetario que enfrentan las autoridades monetarias de América Latina y el Caribe de elevar las tasas de interés —buscando reducir la inflación— o reducirlas, para estimular el crédito y la actividad económica.
La presión resultante sobre los tipos de cambio de la región requerirá de nuevos aumentos en las tasas de interés, tanto para frenar la transmisión de precios impulsada por una devaluación que alimenta la inflación, como para defender el valor en moneda local de los pagos de deuda internacional.
La historia apunta a un “ciclo dentro del ciclo”, donde los bancos centrales primero suben las tasas de interés para alcanzar estos objetivos, para luego —cuando la inflación está medianamente bajo control— bajarlas, con el fin de moderar los efectos contractivos sobre la recuperación.