Hasta el 2019, las fiscalizaciones eran más presenciales en las empresas u oficinas del contribuyente y aunque había mecanismos digitales, siempre era necesario confirmar la información con auditorias presenciales.
O sea que la fiscalización dejó de ser la verificación o auditoría tradicional de ir con el contribuyente a pedirle sus libros y papeles. Ahora se hace más digital, con el sistema FEL (Facturación Electrónica en Línea), depreciaciones y operaciones, actividad bancaria, y otras.
La entidad cuenta con 21 herramientas de facilitación, que también son mecanismos de control electrónico y las más conocidas son el Registro Tributario Unificado (RTU), la FEL, Declaraguate y más recientemente, el Sistema de omisos a través del verificador integrado de proveedores.
La implementación de la FEL permite controles cruzados para verificar las declaraciones y pagos de varios tributos como el impuesto al valor agregado (IVA), el impuesto sobre la renta (ISR) y el impuesto de solidaridad (ISO). Por ejemplo, el 96% de las ventas declaradas en el IVA ya se realizan a través de la FEL.
Aunque a la fecha se menciona que hay más de 500 mil emisores de FEL, de los cuales el 94% se ha registrado de forma voluntaria y 6% por disposiciones administrativas, tanto las autoridades como expertos consultados consideran que viene otro reto y es que el 30 de junio del 2022 vence el plazo para que los contribuyentes afectos al régimen general del IVA puedan emitir facturas en papel, por lo que, a partir del 1 de julio, deberán estar inscritos en el sistema FEL.
Este paso es fundamental para la economía guatemalteca, dado que seguramente se tendrá un mayor control tanto de las facturas que se emiten, como su efecto en el IVA. Sin embargo, se genera un desafío por temas de conectividad porque se requiere el internet para emitir estos documentos; ya sea desde la plataforma de la SAT o con el apoyo de certificadores autorizados.
El otro aspecto al que deben prestar atención los contribuyentes es el control que se ha implementado para la emisión de facturas como Consumidor Final (CF) en lugar de registrarla con el Número de Identificación Tributaria (NIT) o el Código Único de Identificación (CUI) del comprador, ya que la SAT ha fortalecido esos controles.
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En ese sentido, el ente recaudador anunció una campaña de sensibilización sobre el uso del NIT o CUI en todas las compras por parte de los contribuyentes, así como presentar en el futuro una propuesta de reforma al Reglamento de la Ley del IVA, para limitar el uso de CF.
Hallazgos de la SAT
En junio viene un reto muy grande, pues a partir del 1 de julio, la factura en papel prácticamente desaparece y entonces habrá un cúmulo de información que la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) deberá manejar a través de Gobierno de datos.
Además, con esa disposición la SAT tendrá información muy valiosa, para obligar al contribuyente a pagar lo que le corresponde, por lo que la fiscalización también se enfocará en quienes no estén cumpliendo lo que establece la ley.
En las revisiones ya efectuadas han surgido hallazgos:
- Muchos contribuyentes emiten FEL pero la declaración de IVA se reporta con valor cero.
- Reporte de crédito fiscal en compras, aunque posteriormente las facturas son anuladas.
- En el 2021 se detectaron facturaciones a Consumidor Final por un total que supera los Q15 mil millones. Se impulsa una reforma para prohibir o limitar el uso de CF en lugar de NIT o CUI.
- En los controles cruzados, la SAT puede revisar si se anula una factura y no se reporta.
Lo que se debe hacer para evitar contingencias
Ante las obligaciones y mayores controles, hay detalles que no se deben descuidar para evitar ajustes o reparos posteriores:
- Verificar si por el régimen en el que está inscrito, el contribuyente tiene la obligación actual o futura de registrarse en el sistema FEL.
- Declarar las facturas FEL que emita. Si se anula alguna, efectuar el procedimiento correspondiente porque de lo contrario, en los controles cruzados que hace, la SAT detectará inconsistencias.
- Tener control de la emisión y anulación de facturas en su negocio, ya que se genera una alerta en el fisco cuando un contribuyente emite muchas notas de crédito o frecuentemente anula facturas, lo cual conlleva un riesgo de auditoría.
- Revisar las facturas emitidas a su nombre y verificar que estas no hayan sido anuladas. Si su proveedor lo hizo o le emitió alguna nota de crédito o abono, debe revisar también el efecto que tendrá en las retenciones de impuestos y declaración del IVA.
- En la aplicación APP FEL puede emitir facturas, pero también revisar las que han emitido a su nombre, ya que este despliega información acerca de qué facturas, notas de crédito o abono le han emitido, así como otros documentos tributarios electrónicos.
- Confirmar si la factura fue enviada al correo electrónico. Algunas de ellas emitidas en contingencia, no se visualizan de inmediato en la aplicación, pero debe reflejarse que está pendiente y el mismo día deben quedar grabadas y validadas en el sistema.
- Declare todas sus ventas, ya que entre las verificaciones ya mencionadas, la SAT también realiza la fiscalización en forma electrónica por medio de tarjetas de crédito. Los emisores están obligados a efectuar retenciones y ese sistema inmediatamente emite información del POS y da alerta al ente tributario. Con esos datos, la administración tributaria verifica que haya declarado igual o más de lo que reporta la alerta, pero según al SAT se han detectado comercios y emprendimientos que no están declarando.
Otras sugerencias
El contribuyente también puede usar el sistema de omisos a través del verificador integrado de proveedores. Aunque no es obligación, muchos ya lo están haciendo porque permite a la empresa o contribuyente estar seguro de la validez de las facturas que está recibiendo y evitar ajustes posteriores. Por ejemplo, si se presentan como comprobantes del IVA documentos no autorizados o con anomalías.
Además, algunos compradores ya están estableciendo esa revisión como parte de su estrategia de responsabilidad social empresarial y le avisan al proveedor que debe regularizar su situación para poderle brindar el servicio, explicaron las autoridades de la SAT.
En el 2021 hubo más de 477 mil consultas en el verificador, lo cual según el seguimiento de fiscalización que haga esa entidad, permite ampliar la base tributaria, porque se puede detectar si compra a un proveedor, pero entrega factura de otro negocio o persona, si no cumple con estar inscrito o está omiso.
Ahora se trabaja en una segunda fase porque contribuyentes han pedido poder hacer una verificación automática de todas las facturas que reciben en el mes, por lo que en el futuro se les proveerá este acceso a grandes contribuyentes y a quienes lo soliciten.
Otro de los enfoques en la fiscalización es que ahora se cuenta con estudios por sectores y una de las ideas que se maneja es no enfocarse en los que más aportan, por lo que se analiza el comportamiento de los contribuyentes según el sector donde se desarrolla y si se observa que su contribución es más baja de la media, se fiscaliza con más detalle.
Por último, entre las diferentes herramientas, el control por RTU es considerado el cerebro de la información de la SAT, porque reúne la información que la entidad puede tener de un contribuyente para establecer el riesgo de ser fiscalizado. Y aunque se tengan muchas otras herramientas electrónicas, este puede detectar cambios en el comportamiento de compras, ventas, inconsistencia en sus declaraciones y otros.
Fuentes: Óscar Hernández, intendente de Fiscalización y Fernando Suriano, intendente de Recaudación de la SAT en foros de las cámaras empresariales de Amcham y Camex, Edy Oswaldo Pérez, socio director de Grant Thornton Guatemala.