Economía

El puerto de Shangái ya se descongestionó, pero ahora, los retrasos están en la descarga de la mercancía ya puesta en Guatemala

Materias primas, productos terminados y mercancías para distribución en la cadena minorista del país deben esperar hasta 10 días para su descarga en APM Terminals Quetzal.

Autoridades aduaneras reportan congestión en APM Terminals Quetzal en Escuintla. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Autoridades aduaneras reportan congestión en APM Terminals Quetzal en Escuintla. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Materias primas, productos terminados y mercancías para distribución en la cadena minorista del país deben esperar hasta 10 días para su descarga en APM Terminals Quetzal.

Retrasos en las revisiones y levante de las mercancías son algunos de los problemas que ocasiona el congestionamiento de contenedores y buques graneleros que están a la espera de desembarque, lo que las autoridades portuarias han atribuido a “una temporada pico”.

Esta situación ya afecta a los compradores de los productos y a los consumidores finales, ya que el incremento de costos por el fondeo, se trasladan al siguiente eslabón de la cadena de producción.

Juan José Arreaza, Intendente de Aduanas interino, dio a conocer que en la aduana APM Terminals, se están presentando retrasos en las operaciones, lo que aparte de ser un tema cíclico, también se debe al cierre y reapertura del Puerto de Shanghái, China.

“Se cerraron los puertos en China, lo que detiene la salida de barcos y contenedores, pero cuando se abren, se deja venir una gran cantidad de naves, con retrasos y una mayor cantidad de carga de lo normal, lo que está provocando una mayor saturación en los puertos”, explicó Arreaza durante una actividad con la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham).

A esta situación se suma que no hay una gestión “justo a tiempo”, en navieras, agentes aduaneros ni importadores; lo ideal es que cuando arriben las mercancías al puerto, se presente la declaración y dependiendo del resultado, se le revisa o no. Pero a veces pasan entre dos o tres días desde que ingresa el contenedor para presentar la documentación respectiva y eso agudiza el congestionamiento, explicó.

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En promedio, los contenedores están reportando un atraso adicional en el despacho, que va de 5 a 6 días sobre el tiempo normal, que es de 4 a 5 días. O sea, alrededor de 10 días en total. “Hay un descontrol, pero es por la misma congestión que provoca la salida del ciclo normal de las operaciones y más de un actor empieza a tener problemas en su gestión y operación”, remarcó el funcionario.

Más revisiones

Gabriel Corrales, director general de APM Terminals, expresó que desde mayo se empezó a observar un marcado interés (por parte del Ministerio de Gobernación) por inspeccionar más contenedores, a pesar de que el volumen de carga ha crecido 12%,

El directivo mencionó que se incrementó en 74% la cantidad de contenedores a inspeccionar en esa terminal, lo que añade estrés a la operación del puerto y a la misma cadena de operación logística, “y no se está juzgando nada que se esté realizando mal, sino que es una realidad en los puertos. Estamos viviendo un pico en la congestión, que no es dramático, pero nos acapara mucha más atención, porque hay una gran cantidad de contenedores para inspeccionar, lo que no ocurría antes”, aseguró.

Por lo tanto, ejemplificó que, si el contenedor ingresó un miércoles, será inspeccionado la semana siguiente; y al haber más atraso, el contenedor se almacena más días en la terminal, lo que perjudica al importador o dueño de la mercancía. Las mercancías con mayor congestión son materias primas para la industria y de retail para las estanterías de los supermercados.

Al respecto, Arreaza enfatizó que las inspecciones se consideran un fenómeno normal, en el sentido de que, si ya se cuenta con una revisión del 25% de contenedores, no hay mayor problema. Pero si son 200 contenedores o más, la demora es normal, pero eso depende de la gestión de riesgo. “Si alguna autoridad tiene un porcentaje fijo de selectividad, habrá más revisiones”, explicó.

Daños en puente

Por otro lado, los daños causados por las lluvias en esta semana en la parte del oriente del país y que afectaron el paso provisional en el kilómetro 165 CA-10, puente Petapilla entre Zacapa y Chiquimula, está afectando la carga que va y viene de El Salvador, hacia y desde la Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (Empornac) en Izabal.

La inhabilitación de la ruta fiscal ha ocasionado que miles de contenedores en tránsito para El Salvador queden varados y no cumplan su itinerario.

Arreaza expresó que ante la emergencia se coordinó con El Salvador y Honduras para habilitar rutas alternas, de manera que las mercancías de exportación salgan desde su destino e ingresen a Honduras y a su vez a Guatemala, pero se está buscando el mecanismo porque en el Puesto Integrado Corinto y en El Florido ya tienen mucha operación.

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El 40% del movimiento de contenedores de Empornac son de usuarios de El Salvador y se calcula un flujo de 250 contenedores diarios.

Byron Ardón, gerente de logística de la firma Crowley, con operaciones en El Salvador, comentó que hay carga seca y refrigerada que no ha podido trasladarse por el problema del puente.

“Hay un rezago de carga de miles de contenedores en este momento, a raíz de dos días de espera; pero hay rutas alternativas, pero el inconveniente para los importadores es que esta situación genera costos adicionales, porque no es lo mismo moverlo en línea recta, que dar una vuelta por Honduras”, concluyó.

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