Durante 27 meses hospitales como el Roosevelt y el General San Juan de Dios han tenido que salir al rescate y recibir a pacientes contagiados, pero el precio fue alto, cedieron espacio físico que era para otros padecimientos y para cubrir emergencias. También se suspendieron las consultas externas, pues la prioridad eran los enfermos con coronavirus. Durante las olas más álgidas se rebasó los 6 mil casos diarios -en agosto 2021-, y en febrero de este año se registraron 5 mil positivos.
Sin embargo, a partir de marzo de 2022 comenzó un descenso de pacientes con covid-19 que requerían hospitalización. Ante este panorama las autoridades de los centros asistenciales tomaron la decisión de devolver los espacios que tomaron para cubrir la emergencia sanitaria y entregarlos para la atención de pacientes crónicos y con otras enfermedades cuya demanda va al alza, como también las emergencias.
En el Roosevelt los encamamientos para casos covid-19 estaban divididas en áreas de adultos, pediatría y ginecobstetricia, espacios que han atendido un promedio de dos a seis pacientes en las últimas semanas.
“Evaluando esta situación y ante la carga de pacientes que tenemos en la emergencia hemos cerrado el área de covid-19 de ginecobstetricia y comenzamos a regresar todas las áreas a sus lugares, después de la limpieza terminal y desinfección”, mencionó el director del hospital Marco Antonio Barrientos.
El área covid que no cerrarán es la de pediatría, allí conservarán entre ocho a diez camas para cualquier emergencia o si se requiere estabilizar algún paciente con coronavirus.
Previo a la pandemia del 2020 la intención del Ministerio de Salud era que hospitales como San Juan de Dios y el Roosevelt recibieran a los pacientes, los diagnosticaran, los estabilizarán y los trasladaran a los centros temporales para la atención de covid-19, y así comenzaron, pero la situación los desbordó y el común eran las imágenes de personas tiradas en camillas reclamando atención.
La idea es retomar el plan original. Ahora, “vienen casos sospechosos se les evalúa a lo largo del día, se diagnostican y si son positivos mañana serán trasladados de tal manera que mantengamos un flujo muy pequeño de pacientes acá”, indicó el director. Al final de mes espera recuperar el total del espacio de la emergencia.
El traslado de los casos positivos será a los hospitales temporales Parque de la Industria y el Nacional Especializado en Villa Nueva.
Son cinco centros asistenciales temporales los que se habilitaron para atender la emergencia sanitaria, en el caso del ubicado en el Parque de la Industria en tres años tiene un presupuesto de Q634.52 millones, hasta mayo devengó Q358.69 millones. Mientras que la cantidad de pacientes atendidos desde que comenzó a funcionar a mayo de este año es de 30 mil 814, de acuerdo con Comunicación Social de dicho centro asistencial.
De enero a mayo presente los hospitalizados fueron 532 pacientes. Del 1 a 7 de junio en este hospital temporal se realizaron 591 pruebas de covid-19, la positividad oscila entre el 40 y 50 por ciento.
Cambio de estrategia
Gerardo Hernández, viceministro de Hospitales, mencionó en conferencia de prensa el 3 de junio pasado que la ocupación de camas covid en los hospitales nacionales ha disminuido considerablemente. La ocupación era de 4.6 por ciento en casos moderados y de 2.6 por ciento de cuadros severos, y da “tranquilidad” para los movimientos que se tienen previsto en los próximos días en la red hospitalaria.
Indicó que para el 15 de junio esperan disminuir la cantidad de camas destinadas a la atención de casos de coronavirus, y que los pacientes positivos serán trasladados a nivel de los hospitales temporales con la finalidad de habilitar en su totalidad las consultas externas que hasta el momento han estado restringidas, durante los últimos 27 meses.
“Está trasladando la responsabilidad de atención de pacientes con covid-19 a los hospitales temporales, como el Parque de la Industria, y nos parece lo adecuado porque hay que recordar que este hospital temporal tiene para este año más de Q100 millones de presupuesto, y la cantidad de pacientes que ha atendido ha sido mínima”, señaló Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
A criterio de Calderón es importante que los hospitales de referencia recuperen sus funciones pues tratamientos de enfermedades crónicas quedaron en pausa casi por dos años, o bien, los pacientes con estas enfermedades recibieron atención limitada.
El desborde de enfermos pidiendo atención se ha incrementado en los hospitales de referencia debido a que allí se concentran distintas especialidades y subespecialidades.
En el caso del San Juan de Dios, Calderón dijo que ese retorno de áreas no ha sido tan planificado pues el espacio que era de hematooncología y exclusivo para pacientes con cáncer, hay una disputa interna entre departamentos que quieren ese lugar.
La defensora de la Salud indicó que para hacer frente a la pandemia el Ministerio de Salud y el estado de Guatemala respondieron con los recursos de siempre, “fue la misma red hospitalaria la que sacó la casta para atender la pandemia”.
Agrega, que “habilitaron espacios covid sacrificando otros dentro de los hospitales. No es que tuviéramos una inversión nueva en infraestructura en Salud, los hospitales temporales son provisionales y van a desaparecer, como lo que sucedió en Zacapa. Con todos esos millones que tuvieron de presupuesto ya tuviéramos hospitales nuevos, eso se convirtió en una falacia”.
Además, lo que ha caracterizado la gestión de la pandemia en el país es la “improvisación”, pues luego de la pandemia del covid-19 se enfrenta una situación más crítica: el aumento de pacientes en las emergencias y por enfermedades crónicas, y los hospitales no están preparados para recibirlos, siguen con la misma infraestructura y el recurso humano. “Desde el año pasado se veía venir que los servicios se iban a desbordar, porque a dónde más vamos a acudir, si en Guatemala cada día somos más pobres”, agrega la defensora de la Salud.
