Economía

El sector de lácteos pide corregir debilidades y afrontar barreras no arancelarias

Fomentar el consumo de leche en el país y aumentar la producción para evitar una crisis son algunas de las acciones que necesita impulsar este sector, aparte de lograr mayores exportaciones.

El sector lácteo del país aún tiene potencial para producir más, pero requiere apoyo para incentivar el consumo nacional y abrir mercados internacionales, indican directivos de Asodel. (Foto, Prensa Libre: Asodel).

El sector lácteo del país aún tiene potencial para producir más, pero requiere apoyo para incentivar el consumo nacional y abrir mercados internacionales, indican directivos de Asodel. (Foto, Prensa Libre: Asodel).

Ramiro Pérez, presidente de la Asociación de Desarrollo Lácteo (Asodel), explica en esta entrevista la situación del mercado actual y las acciones que se debe impulsar el sector, para reducir costos y mejorar los precios.

¿Cómo está el acceso de los productos lácteos a Estados Unidos?

En el 2003, cuando se negoció el tratado de libre comercio, el sector lácteo fue de los más beneficiados, porque fue el producto que juntamente con el arroz, consiguieron un mayor período de desgravación, pues conseguimos desgravarnos a 20 años y en el 2006 ya habíamos convenido contingentes o cuotas sin arancel. En los primeros 5 años esos contingentes prácticamente no se utilizaron, pero en los últimos años se usan más y no es un volumen estable, sino que crece 5% en términos anuales.

¿Qué contingentes se han usado?

Como en el queso, por ejemplo, que es una de las partidas más sensibles para nosotros, porque el 70% de esa industria es guatemalteca, pero cada día las importaciones de queso en Estados Unidos son más importantes, y ha llegado a desplazar la producción local. El contingente de queso se usa bastante, pero hay otros como el de leche en polvo que no se llena. Tampoco el de mantequilla y helados.

¿En qué fecha finaliza la desgravación?

En el 2026. Ya está a la vuelta de esquina y estaremos en libre comercio para traer productos desde Estados Unidos hacia Guatemala. Desde el 2016 tenemos abierto ese mercado sin aranceles, pero lo que se vuelve importante son las barreras no arancelarias.

¿Cómo cuáles?

Básicamente son dos. Una es la aplicación de las medidas sanitarias. La segunda es lo que llamamos obstáculos técnicos al comercio, que tiene que ver más con el tema de etiquetados o algún requisito que se debe cumplir por la legislación de Estados Unidos. Este no es tan complejo, pero sí requiere de una asesoría y apoyo que nosotros nunca hemos tenido para diseñar una etiqueta para vender en ese país.

El tema de medidas sanitarias tiene un grado de complejidad, ya que es fundamental en todos los programas sanitarios del ganado. A pesar de que hemos venido trabajando con los pocos recursos que hay.

¿Cuál es la situación actual?

En la certificación de las fincas, básicamente en brucelosis y tuberculosis mejoramos mucho. Hay que reconocer que el Ministerio de Agricultura ha invertido para poner el laboratorio a la altura y creo que es el mejor de Centroamérica en sanidad animal.

Pero donde estamos débiles es en el laboratorio de inocuidad; prácticamente es inexistente, no tiene recursos ni personal, y ese es el que estamos pidiendo que se reactive, porque todos los países están exigiendo un programa que se llama medición de contaminantes y residuos en leche. Ese laboratorio lo que debe hacer es medir cuál es la calidad microbiológica y otros contaminantes como antibióticos y productos que podrían usarse en las fincas, que no se aplican correctamente a los animales y esa contaminación pasa a la leche.

Entonces, se requiere que el Gobierno tenga la capacidad de medir que nosotros estamos cumpliendo con un programa, pero esa capacidad no la tiene el Estado en este momento.

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¿Qué problemas enfrentan por estas dos barreras que expone?

No tenemos acceso al mercado de Estados Unidos. Cuando pedimos admisibilidad sencillamente nos la niegan porque nos dicen, mire, usted no tiene programa de control de residuos y contaminantes; lo que el Ministerio de Agricultura hace en este momento es un muestreo.

En la actualidad las muestras se van al extranjero y es sumamente caro porque no tenemos un laboratorio oficial de inocuidad y es necesario para que dé certeza de que nuestros productos no tienen ningún problema.

En la industria formal de Guatemala, casi todas las industrias tienen laboratorio propio y hacen muestras todos los días, pero esos resultados no tienen validez para ingresar a ese mercado porque no somos laboratorios oficiales para la leche y la carne. Esa es una gran debilidad.

¿Cuál es la situación con Honduras que pedía certificaciones de las plantas?

Con Honduras tenemos un tema que no se ha podido resolver. Centroamérica tiene un acuerdo general de medidas sanitarias que es como el marco regulatorio que posibilita la autorización a las plantas de la región para exportar a esta misma área.

Pero desde abril del 2018 le solicitamos al gobierno hondureño que viniera a hacer las inspecciones de cuatro plantas en Guatemala. Pero más de 1 mil 470 días después, Honduras no ha respondido.

Hablamos con el Gobierno porque dentro del mismo acuerdo existe un mecanismo de solución de controversias y le pedimos que el Ministerio de Economía accionara a ese mecanismo, pero sencillamente se negó esa posibilidad. A nuestro juicio, es una ilegalidad y un incumplimiento de deberes de parte de ese ministerio.

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Hemos sido pacientes, aceptamos una propuesta de la viceministra anterior, Edith Flores de Molina, de que se iba a negociar con Honduras para lograr la inspección de las plantas. Pero eso no se dio hasta hace 15 días que vinieron las autoridades hondureñas e hicieron la inspección de las cuatro plantas y una verificación del Sistema Nacional de Salud, que es un tema diferente.

Todos los países tienen el derecho de hacer eso, porque se verifica que la autoridad competente del país exportador, en este caso Guatemala, tiene todas las capacidades para cumplir los requisitos y certificar las exportaciones; eso se hace bajo un procedimiento de mutuo acuerdo y Honduras no lo hizo y sorprendió a las autoridades de Guatemala extendiendo la inspección. Se tuvo una reunión con representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, de Agricultura, de Economía y de Salud para ver cómo resolvemos este tema.

¿Cómo salieron los resultados de esa inspección?

Las plantas salieron muy bien porque todo lo que las autoridades hondureñas marcaron fueron temas de forma y no de fondo. Por ejemplo, que hay un parámetro de comparación sobre que una máquina tiene que estar funcionando a una temperatura, se establece un margen de error en la toma de la muestra, pero es muy alto.

En las plantas no encontraron nada irregular, lo que nos demuestra que esas cuatro plantas, donde hay US$80 millones de inversión, están trabajando bien y  que la capacidad instalada tiene todas las características para poder exportar a cualquier mercado.

Ramiro Pérez Zarco presidente Asodel
Ramiro Pérez Zarco, preside la Asociación de Desarrollo Lácteo (Asodel). (Foto, Prensa Libre: Rosa María Bolaños).

¿Cuál fue el resultado de la inspección del sistema sanitario?

Honduras hizo observaciones a las debilidades de los servicios públicos, pero eso tendría que ser una verificación aparte. Ese país mencionó cosas que nosotros le hemos venido diciendo al Gobierno y lo ratifica el informe, como el hecho de que entre los ministerios de Salud y el de Agricultura no hay comunicación, en diversos aspectos como cuando encuentran alguna anomalía. Creemos que ninguno de los dos ministerios está haciendo su trabajo en ese aspecto, aunque es algo que no cuesta mucho corregir con un sistema informático que ya existe. Solo se necesita la voluntad de los dos ministerios para ponerse de acuerdo.

¿Por qué Honduras está haciendo la verificación al sistema de salud?

Lo decidieron así, pero hay otra ilegalidad que está cometiendo Honduras y es que está condicionando que se cumpla el 100% de todas las observaciones que dejaron, y eso es totalmente anormal porque cualquier inspector, que vaya a hacer una revisión en cualquier parte del mundo, siempre va a encontrar algún inconveniente pero muchas veces son cosas de forma como que falta o se despintó alguna marca en el piso. Se debe recordar que eso es normal porque las unidades están en producción y hay mucha gente adentro. Lo que la reglamentación técnica dice es que hay un puntero, por decirle algo que de 75% de los puntos en adelante la planta debería ser aprobada, pero Honduras está pidiendo que solo sea con el 100% y eso es una ilegalidad. La semana pasada se tuvo una reunión en el Ministerio de Relaciones Exteriores, buscando solucionar ese tema y se continuará esta semana.

¿Cómo está la exportación para el resto de países de Centroamérica?

Con El Salvador tenemos una relación normal, es el país más abierto de Centroamérica para el sector, hicieron  inspecciones y dejaron algunas observaciones. Por el momento, con excepción de un producto, creo que no tenemos ningún problema.

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Nicaragua es un es un país excedentario y ellos casi no importan productos de ese sector. En el caso de Costa Rica, no hemos intentado, lo vemos muy atractivo, pero quisiéramos estar un poco más maduros y con los detalles bien afinados para ir a ese país que tiene la normativa más sólida de la región y la vigilancia y cumplimiento más estricta.

Llama la atención que productos extranjeros han logrado entrar con aparente facilidad a Guatemala, pero a los productos nacionales les ha costado exportar a otros países…

Es un reto para nosotros. Tenemos una mala experiencia con Panamá, porque estamos haciendo el intento de entrar a ese país. Se le pidieron en el 2019 los requisitos para poder exportar a ese mercado y la respuesta fue un no porque ni quieren producto de Guatemala. Pero aquí tardamos solo ocho días en autorizar dos plantas panameñas.

Ahí vemos la asimetría en el trato y la falta de apoyo de las autoridades porque en cualquier país, la autoridad nacional apoya al sector de su país. Solo hay una inversión guatemalteca en Panamá, una planta para yogur, pero todavía no traen producto.

También sabemos que ahorita hay mucha presión de Colombia para lograr los permisos de ingreso, eso sí nos preocupa porque ese país es una potencia en ese sector y podría venir a desplazar más la producción nacional. Los países sudamericanos también hacen mucha presión, como Argentina y Uruguay. El país es atractivo porque es fácil venir, se le dan todas facilidades al que viene de afuera pero cuando nosotros queremos ir a esos mercados nos cierran el acceso y las autoridades no nos apoyan. Entonces es una lucha en desventaja.

¿Cuáles son los precios de la leche y cómo les ha afectado las alzas nacionales e internacionales de diversos productos e insumos?

Los precios de los productos lácteos han aumentado en casi un 30%, esto debido a la necesidad del aumento generalizado de los costos de producción. En el caso de los productos extranjeros, el aumento en algunas categorías podría llegar a un 40%, como la leche en polvo y las fórmulas infantiles.

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¿Cuál es el consumo pércapita de leche en Guatemala?

Hemos estimado que el consumo pércapita ha ido disminuyendo y está en alrededor de 55 litros por habitante al año, aunque el consumo total sigue creciendo a un ritmo de 2.5% por año.

El consumo per cápita se calcula sumando la producción nacional, más las importaciones menos las exportaciones dividido entre el número de habitantes. Usamos para su cálculo el censo agropecuario 2003 (último existente) y una proyección de las encuestas agropecuarias del Instituto Nacional de Estadística (INE)  las que no se actualizan desde 2010. Entonces, la producción nacional es estimada y con relación a las importaciones, el último dato que tenemos (del Banco de Guatemala) data de diciembre de 2021. El censo de población es el publicado por el INE en 2018.

El sector

  • En el 2021 se importaron al país productos lácteos por US$4 millones.
  • Representó 113 mil 706.6 toneladas métricas.
  • Según Asodel, esto representa 15 contenedores por día, 400 millones de litros de leche por año y 1.1 millones litros por día, que equivale a la producción nacional.
  • Se puede generar un empleo directo por cada 125 litros de leche diarios que se produzcan.
  • Guatemala tendría potencial de producir 3 millones de libros, pero una finca lechera empieza a producir alrededor de 5 años después de haberla puesto en marcha.
  • Hay alrededor de 14 mil fincas productoras de leche, de las cuales 800 son formales y pertenecen a 16 empresas. Otros 3 mil productores entregan su leche a 250 pequeñas plantas artesanales. El resto es de autoconsumo.

Propuesta ante crisis alimentaria

Asodel considera que por medio de dos importantes acciones, como es la inocuidad y el fuerte aporte económico del sector lácteo, se puede hacer frente a la crisis alimentaria de Guatemala. Sus propuestas incluyen la necesidad de fortalecer los laboratorios de inocuidad y fomentar el consumo de leche en el país, incluso retomando el programa de vaso de leche escolar como el que funcionó del 2005 al 2008.

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Esto, tomando en cuenta que se advierte sobre una crisis de seguridad alimentaria. Por ejemplo, citan que la FAO ha destacado que más de 4 millones de personas en Guatemala están en riesgo de sufrir inseguridad alimentaria durante este año y según el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias, Guatemala es el segundo país con mayor riesgo alimentario en Latinoamérica y el Caribe.

Las Guías de Alimentación en Latinoamérica recomiendan como mínimo tres porciones diarias de leche, y en Guatemala la relación es de dos porciones a la semana. Esta guía no se ha modificado en el país desde hace 30 años.

Aparte de solicitar apoyo para el desarrollo del sector en el país, consideran que es necesario impulsar la formalización de pequeños productores.

“La producción e industrialización de la leche integra actividades de cadena de valor de circuito corto que se reflejan inmediatamente en la mejora de las condiciones económicas y nutricionales de las familias del área rural. Entonces, la producción de lácteos es una solución efectiva de combate a la pobreza y la inseguridad alimentaria”, dijo Pérez.

 

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