El intérprete de películas de culto como El club de la lucha, de 58 años, protagoniza la portada de agosto de la publicación masculina y en sus páginas se refiere brevemente a esa patología, llamada prosopagnosia y que nunca le han diagnosticado oficialmente.
“¡Nadie me cree!”, dice a su entrevistador sobre esta afección neurológica, que puede ser genética o adquirida debido a un derrame cerebral o lesión en la cabeza, y añade: “Me gustaría conocer a otro (que tenga prosopagnosia)”.
Según medios locales, Pitt reconoció que podría tener prosopagnosia en una entrevista con Esquire en 2013, en la que sostuvo que a veces sus conocidos se enfadan y creen que les está faltando al respeto cuando no recuerda quiénes son, y admitió que por eso prefiere quedarse en casa.
En la pieza de GQ, el actor habla de multitud de temas, sobre todo relacionados con el arte, ya que está centrado en su labor como productor, y la salud, incluyendo lo que considera la búsqueda de su “yo auténtico” o su alejamiento del alcohol, que mantiene desde hace casi seis años.