El recorte presupuestario al MSPAS se oficializó en el acuerdo gubernativo 9-2022. Aquí se estableció que se retiraran recursos de los proyectos de inversión en infraestructura y equipamiento hospitalario, fortalecimiento de la red institucional de servicios de salud y Crecer Sano.
Estos forman parte de los programas del MSPAS denominados prevención de la mortalidad de la niñez y desnutrición crónica y administración institucional.
Las autoridades gubernamentales dispusieron que estos fondos serían asignados a programas que ejecuta el Mides de acuerdo con la siguiente distribución: Q6 millones para el programa Mejores Familias que se realiza en cooperación con la Fundación del Azúcar; Q35 millones a Comedores Sociales; Q15 millones a transferencias condicionadas del programa Bolsa Social; Q29 millones a Nutriniños y Q15 millones para pago de arrendamientos, licencias, combustibles, insumos de limpieza, computadoras, escáners, impresoras y UPS.
La transferencia de recursos contó con el aval del presidente Alejandro Giammattei; el ministro de salud, Francisco Coma; el ministro de desarrollo social, Raúl Romero; el titular de la cartera de finanzas, Álvaro González Ricci y la secretaria general de la presidencia, María Consuelo Ramírez.
Recorte al programa de desnutrición
Los últimos dos gobiernos se han caracterizado por recortar, cada año, presupuesto al programa de prevención de la mortalidad de la niñez y desnutrición crónica.
Para realizar la nueva transferencia al Mides, una de las actividades del MSPAS que resultó más afectadas fue la dotación de micronutrientes a niños y niñas menores de cinco años, a la cual se le retiraron casi Q62 millones.
Asimismo, el Sistema de Contabilidad Integrada del Ministerio de Finanzas evidencia que al área de salud de Alta Verapaz se le restaron Q1.8 millones en el programa de prevención de la mortalidad de la niñez y desnutrición crónica, pese a que este departamento es el que más muertes por desnutrición aguda reporta en lo que va del año, con cuatro casos, de acuerdo con informes del Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
En el acuerdo gubernativo, las autoridades del MSPAS justificaron que cederían los fondos porque tienen disponibilidad presupuestaria “en virtud de que el monto promedio adjudicado de bienes y servicios fue menor al estimado en el Plan Operativo Anual” y también adujeron que hubo falta de oferentes para concretar algunos procesos de compras.
Sin embargo, para la diputada Evelyn Morataya, integrante de la comisión de salud del Congreso de la República, es incomprensible que las autoridades del MSPAS no defiendan su presupuesto.
“Tenemos tantos niños que fallecen por desnutrición aguda y los niveles de desnutrición se han incrementado seguramente. Y digo seguramente porque desde 2015 no se ha actualizado la información. Estos Q100 millones que dieron al Mides no aplacan la inseguridad alimentaria, ni la desnutrición crónica y aguda”, dijo Morataya.
La congresista dijo que no está mal que inviertan en comedores sociales, pero es incorrecto hacerlo restando fondos a actividades de la ventana de los mil días.
Asimismo, Morataya dijo que hay departamentos del país como Alta Verapaz donde hay altos índices de inseguridad alimentaria y no se cuenta con infraestructura de salud adecuada para atender a la población. Sin embargo, en vez de invertir fondos en esta área, se restan.
Jorge Pernillo, docente universitario en seguridad alimentaria, prevé que hay factores como el encarecimiento de los alimentos que podrían agravar el problema de la desnutrición en Guatemala y por ello es un error restarle fondos a actividades cuyo fin es el combate de este problema.
“Han aumentado los precios de los fertilizantes y el maíz en los últimos cinco años. Esto hará que sea más difícil el acceso a alimentos en las poblaciones con condiciones más vulnerables y repercutirá en más casos de desnutrición aguda y más muertes. Además, ahorita tenemos una ola de contagios de covid-19 y no se ha vacunado a la niñez menor de 11 años. Un niño con desnutrición aguda severa tiene nueves veces más de probabilidades de morir”, dijo Pernillo
Asimismo, explica que es lamentable puesto que, por su naturaleza, resulta más difícil fiscalizar los fondos que ejecuta el Mides, que los que ejecuta el MSPAS, ya que el primero tiene una estructura centralizada.
“El MSPAS y el Ministerio de Educación son los únicos a los que se les puede dar seguimiento a nivel departamental y municipal. En cambio, al Mides no porque tiene centralizadas las unidades ejecutoras. Por eso, es más opaca su ejecución y es más probable que haya actos de corrupción”, lamentó el entrevistado.