Durante este operativo, elementos de la Secretaría de la Marina, con la ayuda de un perro policía, descubrieron la casa en la que “El Narco de Narcos” se estuvo escondiendo por años.
A pesar de ser uno de los capos del narcotráfico más poderosos en la historia de México, Rafael Caro Quintero se alejó de los lujos que lo rodearon por varios años de su vida y ocupó una vivienda discreta con el fin de permanecer desapercibido.
Según Luis Fernando Nájera, reportero de Ríodoce, “El Narco de Narcos” se ocultó en la casa número 6 del poblado de San Simón, donde pasó los últimos años manteniendo un perfil bajo.
Esta casa, de acuerdo con el reportero, era de solamente un piso y tenía techo de lámina; asimismo, no contaba con acabados y era totalmente opuesta a las propiedades que poseen otros criminales de alto perfil.
De igual manera, la casa en la que el narcotraficante se ocultaba, la cual está ubicada en una localidad secreta en la sierra, solamente tenía tres cuartos.
En la primera habitación, la principal de la casa, había “una cama King Size, dos almohadones, un taburete, dos burós y una cajonera con espejo de media luna”, según el relato de Luis Fernando Nájera.
Añadido a esto, el cuarto de la cocina contaba con un comedor de madera con varias sillas, un refrigerador en mal estado, un fregadero y múltiples utensilios de cocina.
Rafael Caro Quintero estuvo por última vez en el interior de esta vivienda el día de su detención, ya que, al momento de escuchar a los helicópteros de la Marina, abandonó su casa de refugio y se escondió en un campo de aguacates, donde fue capturado por las autoridades.