La propagación del herpes labial se remonta a la práctica de besarse en la Edad de Bronce, según un nuevo estudio.
BBC NEWS MUNDO
La investigación que vincula el herpes labial con los besos en la Edad de Bronce
Millones de personas están infectadas con herpes labial en todo el mundo.
Dos tercios de la población mundial menor de 50 años portan el HSV-1, según la Organización Mundial de la Salud. Getty Images
Científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, concluyeron que la cepa HSV-1 del virus del herpes surgió durante las grandes migraciones de humanos de Eurasia a Europa hace unos 5.000 años.
Unos 3.700 millones de personas están infectadas con herpes labial en todo el mundo.
Los investigadores estudiaron muestras de ADN de hace miles de años para comprender cómo se adaptan los virus.
La migración conllevó una mayor densidad poblacional, lo que aumentó la transmisión y nuevas prácticas culturales, incluidos los besos, según las conclusiones del estudio.
El equipo de investigación aseguró ser el primero en descubrir y secuenciar genomas antiguos del HSV-1.
Anteriormente los datos genéticos más antiguos del herpes eran de 1925, pero los investigadores descubrieron cuatro muestras de restos humanos que datan de un período de 1.000 años.
Línea de tiempo
A partir de las muestras, el equipo pudo desarrollar una línea de tiempo estimada de la evolución del virus.
Los investigadores obtuvieron las muestras utilizadas en el estudio extrayendo ADN viral de las raíces de los dientes de cuatro individuos.
El herpes labial se transmite por vía oral y los investigadores destacaron que el registro más antiguo de besos proviene de un manuscrito de la Edad de Bronce en el sur de Asia.
Siglos más tarde, el emperador romano Tiberio intentó prohibir los besos en funciones oficiales para evitar la propagación de enfermedades. Los investigadores creen que esto podría relacionarse con el herpes.
La doctora Christiana Scheib, investigadora del St John’s College de Cambridge y directora del antiguo laboratorio de ADN de la Universidad de Tartu (Estonia), explicó: “Todas las especies de primates tienen alguna forma de herpes, por lo que asumimos que ha estado con nosotros desde que nuestra propia especie abandonó África”.
“Sin embargo, algo sucedió hace unos 5.000 años que permitió que una cepa de herpes superara a todas las demás, posiblemente un aumento en las transmisiones, que podría haber estado relacionado con los besos”.