Inglaterra, por su parte, aspiraba al primer trofeo continental y llegaba a este partido como favorita, habiendo desplegado un gran dominio en los partidos preliminares con 15 goles y solo uno en su contra.
El encuentro no empezó muy bien para Alemania, con su delantera estrella Alexandra Popp relegada al banco con una evidente lesión. Pero las alemanas lanzaron un juego agresivo desde el comienzo, con juego físico, bien respondido por las inglesas que fueron amonestadas cuatro veces con tarjeta amarilla.
Ambos equipos se disputaron el dominio y el primer tiempo terminó 0-0.
Las inglesas abrieron el marcador en el minuto 62 con un gol de Ella Toone, pero las alemanas empataron a los 79′ gracias a Lina Magull.
Eso provocó un alargue, y a los 110′ Chloe Kelly anotó el segundo gol para Inglaterra, que le dio el campeonato.
El torneo en general fue de un significado trascendental, no solo porque definió la jerarquía continental entre las selecciones de Europa, sino que le dio un gran impulso al fútbol de mujeres para que alcance el nivel de destaque que tiene el de los hombres.
Por el Botín de Oro
El partido no solo decidió el país campeón de Europa. También estaba en disputa el Botín de Oro, con dos rivales aspirando a ese trofeo.
Los ojos estaban en la delantera inglesa Beth Mead y la veterana ariete alemana Alexandra Popp, que llegaban con seis tantos cada una en sus cinco partidos jugados hasta ahora.
Popp, además, se perfilaba como la segunda futbolista (hombre o mujer), después del francés Michel Platini en 1984, en anotar en cada partido del campeonato europeo.
Mead buscaba igualar el récord de siete goles para Inglaterra en una sola Eurocopa establecido por Alan Shearer en 1996.
La alemana Popp, que tenía una lesión desde hace varios meses y se consideraba un milagro que hubiese siquiera entrado a la cancha, tuvo que quedarse en el banco.
Mead fue sustituida al minuto 61, pero de todas formas se hizo del trofeo, ya que aventajaba a Popp en goles asistidos, la manera en que se rompe el empate de número de goles.
Las directoras técnicas
También estaba en juego un hito para las directoras técnicas de los respectivos equipos.
La de Inglaterra, la neerlandesa Sarina Wiegman -que ganó el trofeo con la selección de Países Bajos en 2017-, tenía la posibilidad de ser la primera entrenadora en ganar el campeonato europeo con dos naciones diferentes. Finalmente lo logró.
Su homóloga alemana Martina Voss-Tecklenburg, aspiraba ser la segunda mujer, después de su compatriota Silvia Neid, en ganar la competencia como jugadora y directora técnica.
Definitivamente, la Eurocopa Femenina 2022 fue un gran éxito para Inglaterra, tanto en la cancha como fuera.
El equipo de las “Leonas” cautivó al país con su intrépido estilo de juego, atrajo números récord de asistentes a los estadios, deleitó a la afición en un ambiente de carnaval y tuvo una cobertura mediática sin precedentes para el deporte femenino.
Además de volver famosas a las integrantes de la selección, el fútbol femenino podría ser catapultado a niveles muchos más altos, tanto en Inglaterra como en otras partes.
La gran pregunta que se hacen los entendidos es qué impacto tendrá el éxito de este torneo en el avance de los deportes femeninos.
¿Qué opinaron aficionados que por primera vez siguieron de cerca la Eurocopa Femenina?
“Nunca antes me interesé en el fútbol de mujeres, pero ahora soy un adicto. Es una bocanada de aire fresco. Intensas, resilientes y sinceras, estupendas jugadoras con excelentes habilidades” – Larry Dickens, de Shropshire, Inglaterra.
“Diría que la mitad de mis amigos aficionados al fútbol de pronto están hablando del juego de mujeres. ¡Hasta se saben los nombres de las jugadoras!“– Tim Williamson, hincha de Arsenal.
“Para mí fue simplemente buena calidad de fútbol y un ambiente seguro y agradable” – Barry Critchely, chofer de autobús.
“¡La mejor noche de mi vida! Me encantó mi primera experiencia, una atmósfera increíble… ahora estoy decidiendo qué club (de mujeres) seguir” – Helen, de Sheffield.
“Me encanta que ahora se mencionen los nombres de los equipos de mujeres. Se siente como un verdadero cambio en los ejemplos a seguir que espero que inspiren a mis hijas” – Mark Reid, de Derby.
“Momentos inspiracionales en el deporte pueden ser un catalizador increíble para el cambio. Pero solo se logra si están respaldados por una estrategia para apoyar a las niñas y mujeres” – Baz Moffat, de Londres.
El fútbol de mujeres ya goza desde hace unos años de un drástico incremento en popularidad, pero en este torneo en particular se rompieron récords de asistencia, con una cobertura en televisión, radio e internet que atrajo a millones.
La final colmó la capacidad de 87.192 sillas del estadio de Wembley, la mayor asistencia para una final de Eurocopa -femenina o masculina- en la historia.
En 1964, la final masculina entre España y la entonces Unión Soviética en el estadio Bernabéu tuvo una taquilla de 79.115. La final masculina de 2020 en Wembley entre Inglaterra e Italia estuvo restringida por la pandemia de covid y entonces alcanzó los 67.173 espectadores.
Antes de la final, el total de asistencia de 487.683 ya había sobrepasado el récord para un campeonato europeo femenino, que era de 240.055.
La cifra ya se vaticinaba cuando el partido inaugural en el estadio Old Trafford de Manchester registró una asistencia sin precedentes para un encuentro individual en la Eurocopa Femenina de 68.871 personas.
“Esto inspirará a muchas personas. Si no queda un legado después de esto (…) entonces, ¿qué estamos haciendo?”, se preguntó antes del partido la exestrella del Arsenal Ian Wright.
La directora de la Asociación de Fútbol de Inglaterra para el juego de mujeres, Sue Campbell, tuvo una respuesta: “El legado realmente empieza antes del torneo. Creo que la mayoría piensa que es algo que ocurre después de un torneo, pero hemos estado trabajando en muy buenos proyectos de legado”.
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