El cuerpo de la víctima fue localizado con señales de violencia y abandonado en un tragante sobre la avenida Simeón Cañas en la zona 2 de la capital, fue víctima de femicidio y el supuesto responsable es su esposo Jorge Rafael Zea Mejía, que ahora enfrenta a la justicia.
El 20 de enero de 2021 fue la última vez que Luz María López fue vista con vida y el viernes 22 su cuerpo fue localizado en un tragante de la zona 2, a tan solo unas cuadras de su lugar de trabajo.
En la audiencia de este martes, declaró su hermano Omar López Morales, quien recordó que en una oportunidad su hermana manifestó: “Mamá, ya no lo aguanto, él -Zea Mejía- es muy celoso, él es muy posesivo”.
EN ESTE MOMENTO
Recordó que le daba palabras de consuelo a Luz María para que calmara y le decía que “todo va a estar bien”.
Indicó que en una oportunidad el señalado llegó para pedir que lo perdonaran. “Lastimosamente mi hermana se volvió a ir con este tipo, no sé qué tanto le habrá dicho”, lamentó el hermano de Luz María.
“Lucita esta es tu casa, cuando vos queras vivir aquí podes venir cuando queras”, recuerda que le dijo a la víctima.
Indicó que dos semanas antes del crimen, fue con ella a Amatitlán e iba también el señalado y la hija de la pareja. Recordó que al momento de comer, Zea Mejía se sentó a comer mientras su hermana cuidaba de la niña, y no vio nada fuera de lo normal.
Aunque resaltó que Zea Mejía estaba un poco distante de su hermana. “Les tomé unas fotos, él por un lado, mi hermana conmigo”, indicó.
El último día que la vio con vida ambos bromearon y el 19 de enero a eso de las 20 horas y minutos la victima subió un estado a WhatsApp que mostraba su mano en su carro y dos emojis con forma de corazón y su hermano le respondió “qué bonito tu carro”.
Luego, ella le respondió “gracias bebé, pronto tendrás el tuyo”. Ya entre las 22 y 23 horas, el hermano de Luz María quedó sorprendido porque ella no usaba signos de puntuación para ese tipo de mensajes en red de mensajería.
Ya el 20 de enero él mandó otro mensaje respecto del tema del carro y le indicó que le costaría pagarlo y ella le respondió “si bebé, si Dios te lo dio fue por algo”.
Resaltó que su hermana era una mujer preparada académicamente y recordó una ocasión que el sindicado llegó a la casa de su abuela y no quiso entrar, algo que también le pareció extraño, ya que estaba reunida la familia.