POR LA LIBERTAD

Inflación. ¿Y las consecuencias?

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La irresponsabilidad de los gobiernos al aumentar sus presupuestos a base de tanta deuda y emisión monetaria no tiene nombre. Como decía Daniel Lacalle en un artículo en BBNTimes el pasado 22 de agosto, los gobiernos están gastando ahora pero tendrán que lidiar con las consecuencias en el futuro: “Los gobiernos y los bancos centrales se han convertido en prestamistas de primer recurso en lugar de último recurso, y esto es inmensamente peligroso”.

' ¿Cómo hacer para que entendamos que las soluciones son menos gobierno y menos intervenciones, y no al revés?”

Ramón Parellada Cuadrado

Los gobiernos siguen inflando sus presupuestos a base de deuda. Por ejemplo, el gobierno de Guatemala presentará otro enorme presupuesto en el que se incrementará la deuda pública otra vez. Es tan grande la irresponsabilidad de los políticos que lo que quieren es gastar hoy olvidando que mañana tendremos que soportar una mayor carga de deuda que se deberá pagar con impuestos. Pero si los impuestos no se pueden cobrar, no importará porque para eso podrán hacer uso de la monetización por parte del Banco Central. Si bien Guatemala tiene un candado en la emisión monetaria, dado que no le puede dar préstamos al gobierno central, ese candado es frágil y si se ponen de acuerdo los diputados en una mayoría calificada para ello, lo volverán a romper como lo hicieron en el 2020, cuando aprobaron un préstamo de 11 mil millones de quetzales. El costo de esto lo estamos viviendo hoy en parte con la alta inflación que sufrimos.

La consecuencia de la emisión monetaria más allá de su demanda (inflación) no es solo el incremento generalizado de precios. Eso es algo muy vago que suelen repetir la mayoría de economistas del “mainstream”. El verdadero problema ocurre en que esta emisión ha falsificado precios de los factores de producción de tal forma que hacen que el cálculo económico que realizan los inversionistas se distorsione, provocando malas inversiones que luego, cuando se ajusten nuevamente los precios a la nueva cantidad de dinero en la sociedad, entrarán en bancarrota. Pero esto no es tan obvio, y como bien dice en su artículo Lacalle: “el gasto lo realizan políticos que no serán responsables de las malas inversiones y las decisiones de desembolso imprudentes. Además, el costo siempre será pagado por los contribuyentes y las empresas”.

El desconocimiento de la economía ha llevado a los políticos a hacer cosas contrarias a la reducción de la inflación. En Estados Unidos se aprobó una “Ley de la Reducción de la Inflación” que implica más gasto y más emisión monetaria. Esto es contrario a lo que se debía hacer: reducción del gasto y eliminación de la emisión monetaria. Solo así se detiene la inflación y sus expectativas. Pero se ve que el gobierno actual quiere estímulos inmediatos para que la economía siga creciendo mientras olvidan que esto traerá peores consecuencias en el futuro inmediato. Lo peor de todo es que es una intervención del Gobierno (más gasto y emisión monetaria) para resolver otra intervención gubernamental anterior (más gasto y emisión monetaria).

En su artículo, Daniel Lacalle tira un dardo a la yugular de los gobiernos cuando cuestiona las políticas públicas de mayor gasto y emisión monetaria sin respaldo. “¿Por qué es tan peligroso utilizar los bancos centrales y los gobiernos como prestamista y solución de primer recurso? Porque su principal recurso para implementar esas políticas es usted. Tu riqueza. La expropiación de la riqueza es la otra cara de la moneda de la ‘política social’. Impuestos e inflación, o ambos”.

¿Cómo hacer para que entendamos que las soluciones son menos gobierno y menos intervenciones, y no al revés?

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