El pasado miércoles 17 tuvo lugar en el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala la conferencia del historiador Francisco Vidargas, dedicada a las autoridades de los cuatro municipios dentro del área de protección, auspiciada por el Colegio de Arquitectos y la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales.

El motivo de la misma fue el deterioro al que la ciudad ha sido sometida, sea por especulación en el uso y valor del suelo como por la indiferencia de las instituciones locales a su cargo: Municipalidad y Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala (CNPAG) y Ministerio de Cultura y Deportes, a nivel nacional.

Después de 53 años de emitida la Ley Protectora y 50 de funcionamiento del ente protector, nadie (vecinos, funcionarios o miembros de los cuatro concejos dentro del área de protección) puede alegar ignorancia de la ley y, menos aún, su importancia histórica, artística, cultural y económica. La Antigua Guatemala es la gallina de los huevos de oro, las joyas de la corona y cualquier otra figura que se desee.

Desde tiempo inmemorial, la histórica ciudad es destino turístico, y como tal generadora de puestos de trabajo para un alto porcentaje de su población y de riqueza para otros tantos; y desde luego, fuente de identidad cultural para los guatemaltecos y orgullo de la humanidad, dado su valor excepcional, valor que Unesco reconoció en 1979 al incluirla en la lista del patrimonio mundial a solicitud del Estado de Guatemala.

La presentación sobre los sitios incluidos en la lista del patrimonio mundial y el reto de su conservación fue amplia, así como los mecanismos de defensa que Unesco tiene ante su eventual deterioro, en respuesta a opinión del Estado miembro.

Opinión que sistemáticamente Guatemala ha soslayado dar… Quizás la razón de tal actitud sea, desde el punto de vista macho-paternalista del Estado, que al ser producto de la catástrofe sísmica de 1773, su obligado abandono y otros desastres, y haber sobrevivido por casi 250 años, dejó claro que ya está grandecita y demostrado que se sabe cuidar sola… ¿Qué necesidad hay entonces de mover un dedo?

Los vecinos presentes insistieron en la necesidad de contar con el apoyo de Unesco ante el deterioro de la ciudad, alarmados por las medidas autocráticas de la actual administración.

El alcalde de La Antigua Guatemala reclamó el activismo político de los vecinos y aprovechó para comentar su distanciamiento con el consejo protector y su negativa a aprobar el Plan de Ordenamiento Territorial de 2019, con el argumento de que el CNPAG no tuvo protagonismo en su formulación. Ante lo expuesto por el conferencista sobre la conveniencia de que el consejo protector solicite a Unesco una Misión de Seguimiento Reactivo, el alcalde ofreció sumarse y solicitar el apoyo del Ministerio de Cultura y Deportes. Planteó también abrir un canal de comunicación tendente a buscar una mejor comunicación, un espacio de diálogo entre ambas instituciones y vecinos, para lograr satisfactoriamente la conservación y planificación del territorio.

En mi opinión, el futuro de La Antigua Guatemala está en manos de los vecinos, quienes, con plena conciencia de su valor e importancia, han demostrado su compromiso cívico por su conservación. Cuentan con el soporte del Colegio de Arquitectos y de la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales, instituciones garantes de la defensa gremial y capacidad académica en apoyo a esta ciudad, dispuestos a sumar esfuerzos con la municipalidad, el consejo protector y el Conservador de la Ciudad.