Las imágenes muestran cuando el piloto sufrió insultos y agresiones con el arma contante por parte del otro conductor y su ayudante.
Ambos agresores portaban machete y no midieron el riesgo en el que estuvieron los pasajeros por su actuar.
Aunque se desconoce qué originó el altercado, en uno de los videos se escucha que una usuaria trató de calmar los ánimos.
Según las imágenes, el conductor agredido sufrió una herida cortante en el rostro
Internautas lamentaron lo sucedido e indicaron que las autoridades correspondientes deben actuar en estos casos y retirar la licencia a conductores violentos.
Los Bomberos Voluntarios de la 21 Compañía informaron que una disputa entre ayudantes de buses del transporte extraurbano dejó un hombre herido con machete en el kilómetro 54 de la ruta Interamericana, Chimaltenango. La víctima fue atendida y trasladada a un hospital.
Edgar Guerra, defensor del usuario del transporte público de la Procuraduría de los Derechos Humanos, informó que este tipo de riñas se registran todos los días y en ocasiones, estos “pilotos” ponen en riesgo la vida de los pasajeros.
Añadió que luego de las peleas, estos pilotos conducen los autobuses irresponsablemente y ponen en mayor riesgo a los pasajeros.
“La gente solamente se limita a quejarse, y desisten de poner denuncias formales”, añadió Guerra.
Usuarios temen denunciar
Dijo que los usuarios temen denunciar, ya que algunos viajan en esos autobuses todos los días o consideran que las autoridades no harán nada al respecto.
Agregó que este tipo de peleas ocurren constantemente en la ruta Interamericana, luego sigue la ruta a la costa sur y finalmente en la ruta a oriente.
“Hoy nos encontramos en un abandono del transporte extraurbano, en donde el principal objetivo es obtener dinero, y tanto los dueños de los autobuses, como pilotos y ayudantes, les importa poco la verdadera razón de ser del transporte colectivo, que son los usuarios”, señaló el funcionario.
Dijo que son escasos los controles y operativos que garanticen la calidad del servicio y la atención a las pasajeros, así como garantizar que los conductores estén calificados adecuadamente.
“Es posible decir que la población guatemalteca se enfrenta día a día a una jungla en el transporte público”, manifestó.
Agregó: “Cuando los usuarios les reclaman sus derechos a los ayudantes y pilotos por el cobro de tarifas superiores a las autorizadas, prácticamente sus vidas corren peligro, ya que son insultados y amenazados constantemente”.