En ese sentido, cabe resaltar el desempeño que pueden tener especialistas en acompañar los procesos de desarrollo personal.
André Armas, educador y consejero en bienestar, apunta que un profesional dedicado a esa rama ayuda a que las personas puedan conocerse a sí mismas a través de la identificación de las condicionantes mentales, las cargas emocionales y los patrones de conducta que necesitan ser cambiados para gozar de una vida plena, así como también para potenciar cualidades y habilidades.
Entre esos profesionales destacan los que se dedican al coaching. André explica que este método implica a una persona con experiencia en el tema de desarrollo personal y que ayuda a que otra –quien recibe el nombre de coachee– se auto conozca con el fin mejorar o cambiar aspectos de su vida que considera como un obstáculo para el crecimiento.
Yesid Barrera lleva más de 20 años dedicándose a este método, y asegura que para que una persona pueda desempeñarse desde allí, debe contar con una serie de competencias que impliquen abordajes éticos, estándares profesionales y una escucha activa que esté delimitada por las preguntas.
“El coach diseña un ejercicio a través de acciones desde una correspondencia socrática en donde se encuentra el mundo de las preguntas y las respuestas para el cambio de consciencia. Se ha dicho que los grandes cambios solo nacen con un cambio de consciencia”, apunta Barrera.
Dentro de esta dinámica, el coachee debe hacer un análisis propio que surge de las respuestas ante las preguntas realizadas por el coach. Yesid explica que esas interrogantes implican indagar en las dimensiones emocionales, físicas, mentales y espirituales del coachee.
André Armas recomienda buscar el apoyo de los coach cuando empiezan a surgir malestares emocionales, cuando priman las circunstancias negativas, o cuando se tiene la percepción que hay distintos problemas ocurriendo.
“Lo de afuera siempre tiene que ver con lo adentro, y viceversa. En el coaching usamos una correspondencia de conversaciones reflectivas desde las preguntas y las respuestas para que la persona encuentren las soluciones que están dentro de ella”, comparte Yesid Barrera.
Este proceso implica sesiones de conversación que pueden realizarse cada semana, y que, a la vez, se ven complementadas por ejercicios que buscan poner en práctica las reflexiones de cada sesión.
“Trabajamos desde los valores, hacemos formulaciones y naturalmente las técnicas que hacemos son a través de procesos conversacionales reflectivos”, explica el coach Barrera.
¿Es este tipo de inducciones para cualquiera? A decir del consejero André Armas, “los procesos de crecimiento y desarrollo personal son recomendables para todas las personas”.
El especialista también apunta que el coaching es importante debido a lo que puede significar ante la pelea constante entre las personas y su exterior. “A través de sus enseñanzas y prácticas, esto orientará al coachee a cambiar su mirada exterior al interior para que logre paz”, comparte.
Los especialistas entrevistados para esta nota sugieren que para acercarse a los coach es importante reconocer las necesidades que se tienen. Las siguientes preguntas pueden facilitar el porqué del acercamiento y ayudarían a que las personas aclaren su ruta de exploración:
- ¿Necesito hacer un cambio en mi vida?
- ¿Qué está pasando conmigo
- ¿Qué debo cambiar?
- ¿Estoy dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo para lograr el cambio que necesito?
- ¿Tengo fe en el proceso de cambio personal?
- ¿Qué es lo que no me permite avanzar?
- ¿Qué sucede con mi cuerpo y conexión espiritual?
Se sugiere buscar a los especialistas en coaching a partir de referencias o sugerencias de personas allegadas. Sin embargo, para que se trate de una experiencia cómoda y enriquecedora, es importante de igual forma considerar varios abordajes antes de iniciar el proceso.
André Armas sugiere hacer una exploración previa en cuanto a la carrera del coach elegido. Para ello se recomienda preguntar cuántos años lleva ejerciendo, cuáles han sido las temáticas que ha tratado, y cuáles son los métodos, así como los ejercicios y material de apoyo para el proceso de coaching.
Otro elemento importante es la vinculación empática y simpática que pueda surgir entre los futuros coachee y los encargados del proceso. “Eso hará más grata la relación y la apertura entre ambas partes”, apunta Armas.
Yesid Barrera hace hincapié en el vínculo: “Es un tema de química el encontrar la confidencialidad. Es importante que el coachee se sienta cómodo, que sepa que vale la pena estar ahí, que se sienta escuchado, y que la exploración no se perciba atropellada”.
Para reconocer que se trata de un proceso fiable y que está bien encaminado, los especialistas apuntan que deben destacar los siguientes elementos en las conversaciones constantes:
- Transparencia sin que se busquen culpables.
- Escucha atenta.
- Comunicación asertiva.
- Serenidad y calma al hablar.
- Invitación en todo momento a la autoobservación.
- Existe ayuda en retener lo que ocurre en el momento presente.
- Se transmite la paz luego que cada sesión.
- Hay evaluaciones periódicas sobre los avances.
- Persiste la motivación a tener paciencia, perseverancia y fe en el proceso.
- Potencia las habilidades y cualidades.