Lo que sí hay son medidas que permitan eficientizar, ahorrar y mejorar los procesos de negocios, de producción y de manufacturas de los bienes que se despachan a ese mercado y que se producen y elaboran en Guatemala. Esta es parte de la estrategia de respuesta.
Los primeros efectos del menor crecimiento para Guatemala serían en comercio exterior, flujos de capital, remesas familiares y turismo, pero que, de momento, no hay un escenario “tan gris”, según los consultados.
Sector agrícola, al pendiente
Francisco Viteri García-Gallont gerente general de la agroexportadora Popoyán, explicó que lo observado en la crisis del 2008, fue que otros bienes no alimenticios fueron los más afectados, y que redujeron su demanda de órdenes y pedidos desde Guatemala.
En el caso de los alimentos (frescos o manufacturados) no hubo una disminución, ya que los consumidores priorizan la comida.
Esta empresa exporta diversos productos agrícolas a Miami (centro de distribución para todo el país), así como Nueva York a diversas cadenas de supermercados y restaurantes, y de momento los embarques se reportan normales, se mantienen los contratos, y al igual comercializan con Centroamérica, donde hay relación en el circuito de dependencia de la economía estadounidense.
Entre las estrategias adoptar están a mantener o reducir costos, ya que en las tarifas de los fletes marítimos se ha observado una reducción, pero en otros hay aumento como los fertilizantes e insumos agrícolas y empaques.
“La recesión es un término contrario al crecimiento en el país, que se deriva un pánico, sin embargo, en 2008, lo que se vio más afectado fueron bienes raíces, electrónicos, vehículos, ropa y otros bienes de más duración. Se identificó que la parte de alimentos no fue tan afectada, sino al contrario, el consumidor va menos a restaurantes y se inclina a comprar al supermercado y creemos que no podría haber un impacto”, remarcó el empresario.
Real recesión, pero hay oportunidad
Para Alejandro Ceballos, vicepresidente de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex) adscrito a la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), la recesión es real, ya impactó a la industria con menos ordenes, pero podría cambiar la tendencia porque está el nearshoring en la cual Guatemala tiene una participación del 1% del mercado estadounidense, y China 46%.
Con las cifras más recientes de septiembre, hay una disminución del 2% en unidades con respecto al volumen exportado en 2021, pero hay un 28% arriba en valores por la misma inflación y significa que ya hay recesión, porque venía observando tasas de crecimiento de dos dígitos, pero ahora hubo caída al hacer una comparación.
Esto estaría asociado a los problemas de los inventarios en los clientes de EE. UU. y a que no han venido las nuevas órdenes, pero se está a la espera que en octubre arranque por la temporada navideña, en la cual ya no hay inventario, y a las fábricas de Asia le puede costar atender esos pedidos, y ahí Guatemala puede responder, y esa es la estrategia, atender lo que las industrias chinas no pueden despachar.
“Es todo un juego de la nueva mecánica pospandemia: primero no tenían producto, luego entran grandes volúmenes, viene la Reserva Federal con los aumentos de las tasas de interés, y se detiene el movimiento económico, los clientes tienen temor, ya no piden más, pero se esperaría una recuperación pronta”, aseguró el dirigente empresarial.
Recesión temporal
Hay un contexto internacional sin precedentes y habrá un crecimiento económico más bajo de lo esperado, pero lo más contradictorio es un índice inflacionario alto, que afectará la economía guatemalteca que tiene una alta dependencia de la economía de EE.UU., apuntó Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americano (AmCham).
“Es un tema que debe preocupar, pero debe verse en su justa dimensión, que previsiblemente será de corta duración, porque que la Fed aumente la tasa de interés, y se conjuntara con factores como el covid-19, la crisis logística, crisis en los contenedores, escasez de suministros y los cierres de los puertos… pero al final todo se está normalizando”, enfatizó.
En estos dos últimos años, se han presentado crisis y el efecto inflacionario, por la estimulación en EE. UU., la crisis económica por la pandemia, así como la logística en los puertos en China, pero como va pasando el tiempo y todas esas crisis desde el punto de vista económico, se han ido regularizando y superando, y ahora se está observando la cumbre de ese cúmulo de crisis que son los últimos efectos, y se estará estabilizando la economía global.
Sobre las medidas que están adoptando las empresas, el dirigente empresarial recalcó que algunas empresas están programando presupuestos bianuales y ya no anuales, que son a largo plazo, el abastecimiento de suministros y materias primas para contar con inventarios, y algunos están a la espera que disminuya la tasa de interés por la Fed para reiniciar sus ampliaciones o nuevas inversiones.
Ser más cautos
Enrique Lacs Palomo, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), manifestó que las empresas deben ser más cautas en la evolución de la demanda en Estados Unidos, para recalibrar las exportaciones, y localmente reajustar sus planes de ventas en inversiones por el costo de financiamiento y efecto de inflación.
La industria es importadora de materiales cuyos precios están volátiles y se pueden incurrir en compras sobrevaloradas, aseveró. En tanto que, como país, es “momento de austeridad selectiva de forma que se reduzcan gastos que se puedan diferir y cuidar el costo financiero de los préstamos de mediano plazo”.
Posible estanflación
Nicholas Virzi, director de análisis estratégico de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), declaró que, en base a los análisis, no solo se apunta a una recesión, sino una estanflación, que es cuando la contracción económica se junta con alta inflación.
El dato negativo que salió este jueves sobre la previsión de la variación en el Producto Interno Bruto (PIB) de EE. UU., confirma lo que se había reportado anteriormente. En julio, se reportó que la economía de EE. UU., se contrajo en un -0.6% en el segundo trimestre, y un -1.6% en el primer trimestre. Peor aún, la última previsión para el tercer trimestre recién se ajustó a tan solo 0.5%, debajo de la expectativa de 1.3%, que a su vez había sido revisada a la baja también.
“La expectativa de CIG es que la previsión para el tercer trimestre se revise a la baja también. Por las constantes revisiones a la baja del crecimiento en el PIB de EE. UU., se deduce que es probable que se reporte por lo menos un tercer trimestre más de contracción en EE UU.
Especialmente porque la Reserva Federal (FED) ha subido la tasa líder de interés para contener la inflación histórica que se ve en EE UU.
Los expertos prevén que la FED seguirá subiendo la tasa líder y ahora la tasa líder de EE. UU., se ubica en 3.08%, y se espera que suba incrementalmente hasta 4.75% en 2023. En abril del 2021, la tasa líder de interés en EE.UU. se ubicaba en 0.05%. La inflación sigue alta en EEUU, 8.2% para el consumidor, con la subyacente al 6%, según los últimos datos reportados en agosto.
La expectativa de inflación a dos años supera el 2%, ubicándose en 3.2% en septiembre 2022. Se espera que las expectativas a futuro de inflación para EE UU., y las economías desarrolladas se mantengan altas en el futuro cercano que suba incrementalmente hasta 4.75% en 2023.
En abril del 2021, la tasa líder de interés en EE. UU., se ubicaba en 0.05%. La inflación sigue alta, 8.2% para el consumidor, con la subyacente al 6%, según los últimos datos reportados en agosto. La expectativa de inflación a dos años supera el 2%, ubicándose en 3.2% en septiembre 2022. Se espera que las expectativas a futuro de inflación para EE. UU., y las economías desarrolladas se mantengan altas en el futuro cercano.
Implicaciones para Guatemala
Según Virzi, las implicaciones para Guatemala son varias. En primer lugar, Guatemala debe evitar a todo coste aplicar las políticas monetarias y fiscales de los países desarrollados. Hasta la fecha, Guatemala lo ha hecho, relativamente.
La mayor inflación que hoy sufre Guatemala proviene de EE. UU., y sus socios comerciales desarrollados. No deriva de las políticas monetarias y cambiarias del Banco de Guatemala.
En general, las economías emergentes, y Guatemala en particular, tienen políticas monetarias más responsables que los países desarrollados.
Guatemala en particular, ha sido de las economías no dolarizadas de la región con menores niveles de inflación, expectativas de inflación, y déficit y deuda.
Esa tendencia la debe mantener el próximo presidente del Banguat, que es una institución sólida con criterios técnicos. Por la subida de la tasa líder en EE. UU., otros países tendrán que subir sus tasas líderes también, para evitar una fuga de flujos de capital. El capital internacional siempre busca las tasas de interés más altas y seguras, que se centran en EE. UU., más por temas de geopolítica que por buenas prácticas económicas. Es altamente probable que Guatemala tenga que subir su tasa líder.
Eso podría bajar las expectativas de crecimiento económico en Guatemala, pero por efectos externos a Guatemala, que a final de cuentas es una economía pequeña y abierta.
Qué significa EE. UU. para Guatemala
A julio último las exportaciones de Guatemala hacia Estados Unidos tenían una participación del 32.2% por US$3 mil 100 millones, y las importaciones 36% por US$6 mil 790 millones.
El ingreso de divisas por remesas familiares al US$12 mil 502 millones país de donde proviene el 98% de las transferencias a Guatemala.
Las divisas por inversión extranjera directa (IED) a marzo de este año con US$18.1 millones.
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