Algunos de los migrantes narraron a La Red la difícil situación que han atravesado en su recorrido para llegar a Estados Unidos y varios viajan con sus familias.
En el grupo, que estuvo tres días en el lugar, también viajan mujeres y niños, cuyo rostros reflejan incertidumbre por la situación que viven.
Henry Solarte, de origen venezolano, indicó que junto a su familia estuvieron tres días en el Cenma e indicó que el precio del pasaje varía según la hora.
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En la tarde les decían que si deseaban viajar el costo del pasaje era de Q300, al mediodía Q200 y en la mañana a Q180.
Viaja junto a su familia y resaltó que algunas personas les han brindado apoyo.
“Muchos padres de familia no tienen con qué moverse, con qué salir de aquí -Cenma-. Como padres de familia se ponen a pedir antes de hacer otras cosas como ponerse a robar”, indicó Solarte.
Es venezolano y partió desde Ecuador, y el lunes 10 de octubre cumplieron un mes y tres días de camino.
“Nos toca dormir en la calle con el frío, hay gente que nos colabora con la comida porque no tenemos para la comida”, manifestó otro migrante entrevistado.
Según él, unos policías les quitaron dinero y trataron de no ser vistos por otras personas.
“Nos quedamos sin pasaje acá y hemos pasado frío”, dijo un migrante colombiano, quien durante siete días ha tratado de llegar a la frontera con México.
Afirmó que en la noche les piden Q400 de pasaje y en el día de Q250 a Q150.
Luis Arce Tovar, otro migrante venezolano, también afirmó que policías les han quitado dinero y eso les ha desajustado sus recursos para pagar sus pasajes.
Hace 26 días comenzó su recorrido y según él, en Guatemala es donde han tenido dificultad para continuar, pues en otros países les han otorgado salvoconducto.
Arce tiene tres hijos y se vio obligado a dejarlos en Panamá para continuar su camino hacia Estados Unidos con el fin de mejorar su condición económica.
Mientras que un pequeño grupo de migrantes venezolanos y dos salvadoreños llegó a la casa del migrante con la intención de descansar la noche de este miércoles 12 de octubre y luego continuar su camino hacia los Estados Unidos. Indicaron que integraban el grupo que se encontraba en el Cenma.
Alfredo Miota, de 26 años y de origen venezolano, relató que durante el trayecto han dormido en la calle; también ha pedido dinero a los automovilistas en los semáforos.
Durante su recorrido mencionó que se ha encontrado personas que los han ayudado y otras que los han tratado mal, debido a que los ven como unos indigentes.
Agregó que su sueño es llegar a los Estados Unidos para trabajar y luego comprar una casa para sus hijos.
Otra historia es la de Daniel Monroy, un joven venezolano de 20 años que narró cómo ha sido su recorrido para llegar hasta aquí a Guatemala y luego continuar hacia Tapachula, México, para llegar después a los Estados Unidos.
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Daniel recordó que salió de casa con una bolsa de dulces para venderlos durante el trayecto y recaudar algo de dinero.
Externó que las últimas palabras de su mamá fueron de que él es un buen muchacho y que lo iba a lograr.
Monroy también indicó que algunos policías les quitaron el dinero. Ambos migrantes externaron que extrañan a sus familias.
Mientras que Migración informó que en la madrugada de este miércoles el Instituto Guatemalteco de Migración fue informado sobre un grupo de 400 personas de diferentes nacionalidades que habrían pernoctado en el Cenma.
Afirmó que “de manera inmediata se desplegaron equipos al lugar, con el fin de brindar atención y protección, priorizando los grupos vulnerables”.
También efectuaron las coordinaciones con diferentes instituciones, organizaciones y organismos internacionales, para brindar la asistencia oportuna al grupo.
Destacó de que algunos continuaron la ruta migratoria, por lo que se solicitó el apoyo a Policía Nacional Civil para las verificaciones correspondientes durante el trayecto, debido a que indicaron que se dirigen hacia Mazatenango, Suchitepéquez.