Desde pequeño, Alfredo Gallegos inició su camino dentro de la iglesia católica y se convirtió en sacerdote luego de mudarse a la comunidad de Chucándiro, Morelia, para continuar con sus estudios.
A la edad de 17 años, el sacerdote saltó a la fama en Michoacán debido a su peculiar manera de dirigirse a los creyentes y por portar armas de fuego con el fin de protegerse del crimen organizado.
Su peculiar manera de ofrecer misa no fue del agrado de la jerarquía católica, ya que en el “Padre Pistolas” a menudo toca temas delicados y llega a expresar ideas machistas no aprobadas por la Iglesia.
Asimismo, el sacerdote constante critica a la clase política al enviar mensajes en contra de Javier Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, y Diego Sinhue, gobernador de Guanajuato, a quienes acusó de tener vínculos con el narcotráfico.
Sin embargo, la peculiaridad del “Padre Pistola” que más ha llamado la atención y causado controversia en México es que, durante sus misas, se encuentra armado para defenderse de cualquier ataque producto del crimen organizado y el narcotráfico.
“Llegan los sicarios, se llevan los animales y violan a la gente. Pues hazte con un arma (…). Hay que defender nuestras vidas”, declaró en su momento el sacerdote mexicano.
A pesar de su popularidad, este miércoles 12 de octubre circuló un documento fechado de septiembre en el que se indica que el “Padre Pistolas” fue suspendido de sus labores al acumular varias amonestaciones.
No obstante, continuó oficiando misas, por lo que podría ser sometido a una grave sanción respaldada por las normas establecidas en el derecho canónico.