IMAGEN ES PERCEPCIÓN
¿Se viene un Armagedón nuclear?
Según el presidente Joe Biden, el riesgo de un “Armagedón nuclear” ha alcanzado los niveles más altos desde la crisis cubana del 62, ya que la retórica y chantaje nuclear de Putin ha ido en aumento, como una especie de distractor para desviar la atención sobre sus fracasos. Pero, sea real o no, sí crea un pánico colectivo.
' Putin ha enfatizado que no está bromeando con el posible uso de armas nucleares.
Brenda Sanchinelli
Altos funcionarios de la administración estadounidense han sospechado que Putin podría usar un arma nuclear contra Ucrania como reacción a las derrotas sufridas en el frente. La declaración de Biden, sin embargo, reorganiza las cartas y sugiere la hipótesis de que la crisis en Ucrania puede haber llegado a una encrucijada. El presidente estadounidense dice que conoce “bastante bien” a su homólogo ruso, Vladímir Putin, y que hay que tomarlo en serio cuando habla de la posibilidad de utilizar armas de destrucción masiva (tácticas, biológicas o químicas). Usar armas nucleares, incluso si fueran solo tácticas, podría iniciar la pesadilla del Armagedón nuclear o el riesgo de una guerra nuclear devastadora entre las dos superpotencias mundiales.
Desde que Rusia invadió Ucrania, Putin ha amenazado sistemáticamente con el uso de estas armas de una manera más o menos velada. Incluso él mismo asegura que no está bromeando. Aun así, esta advertencia es excepcional, ya que durante décadas ningún líder de una potencia nuclear se había atrevido a insinuar la posibilidad de usar este tipo de armas, lo que ha sido suficiente para plantear enormes preocupaciones, que se han profundizado a medida que ha ido avanzando la guerra.
La mayoría de analistas imaginan escenarios en los que se podría utilizar un arma nuclear llamada “táctica”, es decir, mucho menos poderosa y destructiva que las armas “estratégicas”. Estas son las que estamos acostumbrados a imaginar cuando se trata de energía nuclear, pero aun así sería muy grave si ocurriera.
Aunque esto ha venido en escalada, la amenaza más grave y circunstancial se produjo a finales de septiembre, cuando Putin dijo que EE. UU., después de haber lanzado dos bombas atómicas sobre Japón durante la II Guerra Mundial, había “sentado un precedente”, sugiriendo que Rusia también podría hacerlo en Ucrania. Y hace pocos días, luego del ataque al puente de Kerch —entre Crimea y Rusia—, Ucrania irónicamente deseó a Putin un “feliz cumpleaños” destruyendo parte de la infraestructura de su “joya” más preciada. Era de esperarse que eso subiera más la tensión. La reacción de Moscú a este ataque fue inmediata, acusando al régimen ucraniano de tener una naturaleza terrorista. El ejército de Moscú, solo en esta semana, ha lanzado más de cien misiles en todo el país. Estos bombardeos a amplia escala, en al menos 11 puntos del territorio ucraniano, dejaron un alto saldo de víctimas mortales y devastación en la infraestructura. Putin ha aseverado que esto es solo el principio de las represalias, en esta nueva etapa.
Incluso, la dirección que está tomando el contrataque de Rusia ha obligado a Putin a cambiar a su principal general en Ucrania. Ahora está a cargo de la campaña el “carnicero de Siria”, también llamado “General Armagedón”, cuya fama es de crueldad y brutalidad. Aunque la mayoría de analistas creen que el uso de armas nucleares por parte del régimen ruso sería un movimiento irracional, lo mismo decían al momento de la invasión a Ucrania, por lo que es factible que pueda ocurrir, por el estado emocional del presidente ruso. Ya que Putin, en los últimos meses, ha mostrado signos de que su proceso de toma de decisiones no se basa en la racionalidad, y es evidente que está seriamente afectado y humillado por las continuas derrotas en el frente de batalla.