En medio de la desesperación por las decenas de retenes policiales que hay en Guatemala y México, decenas de venezolanos optan por regresar a su país.
Este miércoles 26 de octubre, Guatevisión y Prensa Libre documentaron cómo un grupo de migrantes aprovechó un puesto de control de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) para pedir ayuda con carteles en mano o vendiendo paletas para recaudar un poco de dinero que les permita comprar los boletos aéreos de retorno a su país, de donde salieron meses atrás.
“Ayúdenos a volver a nuestro país” y “mi meta era llegar a EE. UU. y no lo logramos, solo quiero llevar a mi familia a casa, la estamos pasando mal”, son algunos de los mensajes que los migrantes colocaron en unos carteles.
EN ESTE MOMENTO
Ahora el problema es que muchos partieron en familia y antes de hacerlo vendieron todo lo que tenían con la esperanza de llegar a Estados Unidos, pero ahora se quedaron si nada.
Javier Sambrano, migrante venezolano, dijo que salieron el 3 de octubre de Venezuela, pero al salir de la selva del Darién, el 12 de octubre, se dieron cuenta que las leyes de EE. UU. habían cambiado, por lo que optaron por seguir su camino hacia Guatemala; sin embargo, la falta de dinero para continuar su ruto los agobia.
“Le pedimos a Dios que nos de fuerza y resistencia para regresar a nuestra casa en Venezuela”, dijo Sambrano, quien dijo que se han gastado todos sus recursos y ahora se ven obligados a pedir ayuda en las calles de la Ciudad de Guatemala.
“Nos ha tocado muy difícil, nos ha tocado salir a pedir plata, cada pasaje de regreso a Venezuela cuesta US$750. Le pedimos a la población que se ponga la mano en la consciencia, porque nosotros nunca habíamos hecho esto”, agregó.
Dijo que ya tienen un vuelo programado para el 13 de noviembre, pero que mientras esa fecha se llega deben sortear los peligros de las calles de la ciudad, pese a que lo acompañan sus dos hijos menores.
Durante 2022, Guatemala ha expulsado a 13 mil 284 personas que ingresaron de forma irregular al territorio, de las cuales un 77 % son de Venezuela, de acuerdo con las autoridades migratorias.
Jorge Sivira, otro migrante venezolano, contó que salió de Caracas en busca de llegar a EE. UU., pero asegura que el viaje no ha sido fácil durante el mes y medio que lleva de trayecto.
“Es algo muy duro, porque uno viene con un sueño y llegar a México y que le digan que no se puede pasar es algo muy duro”, refirió Sivira, quien añadió que, aunque las autoridades les dan un salvoconducto para regresar a Venezuela sin pasaporte, ellos deben reunir el dinero para pagar el boleto.
El 13 de octubre, después de que en un año más de 150 mil venezolanos llegaran a Estados Unidos por la frontera terrestre, Washington impuso un nuevo protocolo para poner freno a esta oleada migratoria, que se convirtió además en una controversia política de cara a las elecciones de mitad de mandato.
La nueva normativa prevé el ingreso de 24 mil venezolanos a través de un programa que obliga a entrar vía aérea y avalado por un patrocinador. Y gracias a un acuerdo, podrá expulsar a México a todo aquel que entre ilegalmente por la frontera terrestre.
Como Venezuela y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde 2019, poco podían deportar a indocumentados de ese país.