En el mercado central, Isabel Pérez, una vendedora de verduras que tiene su puesto hace más de 60 años, comentó que todos los precios subieron y que ellos no están teniendo muchas ganancias de sus ventas. “El precio de las cosas está bien caro. Así como el ejote que está a Q10 la libra y ¿a cómo lo vamos a dar nosotros? Hay más barato, pero es ejote regular y a mí me gusta vender más bonito, pero pagamos a Q9 Y Q10 la libra y entonces ganamos, aunque sea, Q0.50” agregó.
La col de Bruselas está a 8 quetzales la libra, la arveja a 25, por su parte, la zanahoria y la remolacha están a precio normal, siendo de 90 y 50 quetzales el costal respectivamente. En el caso del ayote, hay de variedad de precios, desde Q10, hasta Q35 o Q50 quetzales.
Por otro lado, los vendedores de carne mencionaron que los precios de las longanizas no han subido. “El precio de la butifarra es de Q5 la unidad, el chorizo negro está igual, los chorizos colorados a Q2 y a Q5 y longanizas también a ese precio” dijo.
Pero, a pesar de la inflación y del aumento de precios de algunos productos, hay clientes que hicieron una comparación con los precios del año pasado y están bastante parecidos. Eso fue lo que hizo Ana Teresa Pineda, que hace fiambre para aproximadamente 30 personas y gastó alrededor de 2 mil quetzales, incluyendo embutidos y productos enlatados.
“Los precios los siento muy parecidos al año pasado, a pesar de lo de las tormentas. Ellos tratan de mantener sus precios para favorecernos a nosotros y que sigamos comprando” mencionó.
Lo que sí notaron los vendedores es que los guatemaltecos no dejarán de hacer fiambre, pero lo harán en menor cantidad.
Innovación de productos
De acuerdo con el Analista de Mercados de Agexport, Rafael Rivera, “los productos que lo componen -el fiambre- han sido objeto de varias innovaciones a nivel global durante los últimos años, esto para poder adaptarse y satisfacer las demandas de los consumidores”.
En el caso de los vegetales frescos las innovaciones han evolucionado a usar métodos de agricultura orgánicos o ecológicos, donde se promociona el uso de la tierra responsable con el menor desgaste ecológico posible. También se ha popularizado el uso de vegetales frescos y preparados como un sustituto de productos altos en carbohidratos, derivado de la alta popularidad de nuevas dietas.
En cuanto a los embutidos, las innovaciones se han dirigido a versiones veganas y a base de plantas de prosciutto, jamones, salchichas, tocino y demás, con el objetivo de satisfacer la demanda de una población joven que cada vez consume menos carne.
Debido a que los productos de origen guatemalteco destacan por su calidad y frescura, las exportaciones de preparados de legumbres hasta agosto del 2022 han representado ventas por US$47.3 millones; mientras que legumbres y hortalizas frescas han significado US$178 millones por su exportación a distintos destinos de Europa y Estados Unidos. Y, para el caso de embutidos como chorizo, salchichas, longanizas, jamones y mortadela lo exportado hasta agosto ha sido un monto de US$17.5 millones, siendo Centroamérica el principal destino, detalla Agexport.