González Valencia es el alto mando del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). De acuerdo con documentos obtenidos por el colectivo de hacktivas Guacamaya, en el primer círculo del líder del CJNG ya está una pareja actual de “el Mencho”, quien fue identificada como Guadalupe Moreno Carrillo, cuyo nombre o supuestas actividades criminales no habían trascendido hasta ahora.
De la agrupación criminal identificada por la Sedena se establecen informes hasta agosto pasado, de ahí que la actualización fue después de que el Ejército detuvo a Rosalinda González Valencia en noviembre del año pasado en Zapopan, Jalisco. Hasta ahora se desconoce si Moreno Carrillo es una pareja más en el historial amoroso de “el Mencho” o desde cuándo ocupó el lugar de “la Jefa”.
Según las imágenes tomadas por la dependencia militar, la nueva novia del líder del CJNG es una mujer aparentemente joven o de menor edad que Oseguera Cervantes, quien ronda los 56 años.
El breve reporte de la Sedena muestra que el jefe del CJNG necesita de la compañía de alguien confiable, aun cuando es uno de los más buscados por autoridades de México y Estados Unidos, donde ofrecen hasta US$10 millones de recompensa por datos que lleven a su captura.
La persecución y el precio que pesa por su cabeza hacen que el capo se movilice en las sierras de Jalisco, Colima y Michoacán.
Los datos de la Sedena no especifican la dinámica cotidianda de “el Mencho”, tomando en cuenta que debe escapar constantemente de un lugar a otro. Aparentemente, esa situación tampoco es conveniente para establecer una relación a distancia, salvo que su nueva novia sea una acompañante fiel.
A mediados de 2019, un agente de la Administración del Control de Drogas (DEA) reveló que el líder del CJNG se oculta en el centro occidental del país. Algunas letras de corridos lo nombran señor de la montaña.
Lo han identificado como un jefe narco alejado de ciudades, resguardándose poco tiempo en cabañas, ranchos y cualquier refugio imaginable. Además, las sospechas señalan que envía cartas a sus lugartenientes para comunicarse, omitiendo dispositivos electrónicos.