La municipalidad local destacó cómo tras el análisis de técnicos investigadores detectaron los movimientos de ambos sujetos que llegaron en dos vehículos distintitos y descendieron para hurtar, en menos de tres minutos, motocicletas estacionadas en la vía pública de Antigua Guatemala.
Luego del seguimiento en los vídeos de vigilancia, lograron establecer la forma de operar y así alertar a la PNC para que los arrestara después de haber cometido los hechos criminales.
Esos dos sujetos, un hombre y una mujer, los habían capturado el 22 de septiembre pasado en Villa Nueva, Guatemala, de donde son originarios, después de diligencias que llevaron a cabo la PNC y el Ministerio Público (MP).
La PNC y el MP practicaron diligencias en la 2a avenida, callejón El Esfuerzo, zona 5, Villa Nueva y allí arrestaron a Acxel Rubén Sotoj Rivas, de 27 años y Wendy Maricela Alonzo Vicente, de 36, sindicados del delito de robo agravado.
Ellos eran dos de los ocho sujetos que llegaron supuestamente ese 7 de octubre a la Antigua en dos vehículos para hurtar al menos cuatro motocicletas que hasta ahora se desconoce en donde están. Las autoridades continúan con las diligencias para hallarlas.
El Juzgado de Primera Instancia Penal de Sacatepéquez había autorizado su detención, pero el ente investigador no logró demostrar sus delitos y fueron puestos en libertad.
Pero el 7 de octubre volvieron a las andadas, y esta vez la evidencia en su contra fue más contundente. Se les observó delinquiendo en las calles de la ciudad colonial. Llegaron en dos vehículos. Uno de ellos fue una camioneta agrícola y el otro un sedán gris.
Dos sujetos descienden de una camioneta gris Honda CRV placas 417GWM en la 5a avenida norte, caminan sobre la 4a calle poniente, y pasan justo donde hay varias motocicletas estacionadas. Regresan al automotor y una mujer se les suma y aborda el vehículo.
Ellos reciben instrucciones y vuelven a la 4a calle poniente, donde están las motos. La camioneta se va con la mujer como pasajero y otro sujeto como piloto. Los dos individuos que se bajaron para ver las motos a hurtar logran hacerlo en menos de tres minutos.
El centro de monitoreo detecta el vehículo sedán café placas 434-FQP en la 4a avenida norte, y dos sujetos, nuevamente, se bajan y van a donde están aparcadas motocicletas. Solo uno logra hurtar una moto, el otro no puede y corre hacia donde va el carro en donde se desplazaban.
Están a un costado del Palacio Municipal. Se enfilan nuevamente al centro de la ciudad, pero la PNC ya ha sido alertada y los detiene en la 3a calle y 1a avenida. Las autoridades los identifican y confirman que se trata de Sotoj Rivas y Alonzo Vicente. Los ponen a disposición y un juzgado los envió a prisión preventiva.
Los datos y acciones
Las cifras acumuladas de la PNC revelan que de 2015 a 2019 el robo de vehículos de cuatro y dos ruedas alcanzaba los 280 al año, pero entre 2020 a 2022 esta se ha reducido en 61.
En Antigua Guatemala, según el alcalde Víctor Hugo del Pozo, hay instaladas hasta hoy 400 cámaras de video vigilancia y 39 botones de emergencia, que los pueden usar los ciudadanos ante algún incidente criminal.
“Esto es parte del proyecto Antigua Segura, que pretende devolver la paz y tranquilidad a los vecinos y quienes visitan”, explicó.
Agregó que “además de las cámaras y botones de emergencia, hay 14 placas lectoras y 8 cámaras de reconocimiento facial. “Esto ha dado como resultado grabar a muchos delincuentes y bandas organizadas y las estadísticas se han reducido drásticamente”, indicó.
La queja cotidiana de turistas y locales era que en Antigua operaban “cristaleros”, aquellos que quebraban vidrios de los vehículos para sustraer pertenencias, mientras que también operan robacarros y robamotos. “Con el uso de la tecnología se ha logrado reducir esto”, aseveró el edil antigüeño.
Las cifras oficiales dan cuenta que entre 2020 y 2022 las fuerzas del orden han desarticulado a cuatro bandas de roba vehículos que operaban en la ciudad colonial. De hecho, dos de los capturados el 7 de octubre pasado, de un total de ocho que pertenecen a esa estructura, ya tenían antecedentes.
Las autoridades, según confirmaron investigadores de la PNC, están detrás de una quinta banda que tiene su base de operaciones en Escuintla y acciona, especialmente, en Antigua Guatemala.
Estos sujetos, según las pesquisas, se han enfocado en robar catalizadores de vehículos marca Honda para su posterior venta en la Ciudad de Guatemala, Chimaltenango y Sacatepéquez, principalmente.
Para el subdirector de la Dirección Especializada en Investigación Criminal (Deic) Adal Rodríguez, el uso de la tecnología, particularmente las cámaras de video vigilancia en las calles de las ciudades, ayudan a resolver casos en un 30 por ciento, y por ende a capturar a los delincuentes que operan.
El ministro de Gobernación, Napoleón Barrientos, destacó las acciones que conllevan en conjunto la municipalidad y la PNC. Aseguró que esto hace más efectivos los planes de seguridad, y sobre todo, el uso de la tecnología facilita la aprehensión de los individuos que operan en la ciudad colonial.
¿Qué roban?
Las estadísticas de la PNC establecen que los delincuentes han optado por robar en mayor cantidad motocicletas, automóviles y picops. Eso resalta en las cifras obtenidas desde 2015.
Ese año las autoridades reportan un total de 252 vehículos robados en el año. 97 motos, 71 automóviles y 54 picops. El resto es de otro tipo de vehículos. La marca más codiciada en vehículos de cuatro ruedas es el Toyota y Mazda, mientras que de las motos la Italika y Bajaj.
En 2016 fueron 256 vehículos en todo el año: 144 motos, 48 automóviles y 46 picops. Las marcas más hurtadas y robadas fueron las mismas que el año anterior.
En 2017 fueron 129 vehículos hurtados y robados: 29 motos, 43 picops y 35 automóviles. Las marcas seleccionadas siguieron siendo las mismas.
En 2018 fueron 134 en total: 40 automóviles, 39 picops y 14 motos. Las marcas no variaron para los delincuentes.
En 2019 los hurtos y robos alcanzaron las 64 unidades: 19 picops, 18 automóviles y 17 motocicletas. En este año había instaladas únicamente 59 y con un 29 por ciento de su funcionamiento, según el alcalde Víctor Hugo del Pozo.
Para 2020, ya en época de restricciones por la pandemia de covid-19, los registros fueron de 23 en todo el año. 10 automóviles, 9 motos y 2 picops. Las marcas de los vehículos no variaron.
En el 2021, segundo año con menos restricciones por la covid-19, el número subió a 70 en el año. Fueron 30 motos, 24 picops y 12 automóviles.
Y en 2022, ya sin restricciones y con 400 cámaras instaladas, según el ayuntamiento, reporta el hurto y robo de vehículos en 61 unidades. 42 motos, 9 automóviles y 5 picops.
Análisis sobre robo de vehículos
Para el especialista en temas de criminología, Federico Reyes, el área de Antigua Guatemala se presta para este tipo de delitos por las varias salidas que tiene con otros municipios aledaños de Chimaltenango y Escuintla. Muchas de esas rutas son poco vigiladas y permiten que los robacarros operen y huyan con facilidad.
Reyes explicó que el alza de los robos o hurtos de vehículos va en olas, como todo delito, y esto tiene mucho que ver con la pasividad en tratar de ubicar y dar con los responsables, tal vez porque la gente ya no confía en la denuncia con el fin de que los recuperen.
“Las áreas donde se da, seguramente, siguen siendo en las zonas 1, 2, 4, 9, 10, 13, 14 ,15 y 18, por los modelos de los vehículos y los llamados encargos, en especial desde El Salvador y Honduras“, reveló.
Añadió que “el alza se puede explicar en modelos de estos, encargo de ciertos vehículos, horario de cuándo se los robaron y género de los pilotos, que incide en cómo y cuándo denunciar”, expresó.
Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango son los departamentos con más incidencia después de la capital, Mixco y Villa Nueva. Para Reyes las áreas de Guatemala, Mixco y Villa Nueva concentran gran cantidad de vehículos de lujo.
Agregó: “Los otros departamentos tienen alto poder adquisitivo, para vehículos de alta gama como se les denomina. Las bandas de robacarros son altamente organizadas y son para venta del vehículo, no de partes como siempre se argumenta, ya que la PNC tendría que extender su investigación a deshuesadoras, talleres pequeños, venta de carros rodados, de segunda mano, predios de venta de vehículos en especial en la carretera Interamericana y la que conduce a Escuintla”.
¿Por qué es tan difícil frenar el robo de vehículos? Reyes responde que la investigación a pie de la PNC tendría que complementarse con seguimiento de cámaras de vigilancia capitalina y departamental, asumo que lo hacen en robos de vehículos específicos, ya que estos podrían estar conectados con la comisión de otros delitos, como secuestro, trata y extorsión, entre otros delitos.
“Robar un carro ayuda a que no sean rastreados tan fácilmente cuando cometen secuestros, extorsiones, trata de personas o violaciones ya que el sistema de denuncia puede ser rápido y automatizado, pero la puesta inmediata de alertas. Lo que les da un margen de acción para llevar a cabo esos delitos, sin ser rastreados efectivamente”, expuso.
Para Reyes la denuncia sigue siendo importante aunque es incómoda y tediosa, pero es necesaria por los detalles como género de los atracadores, hora, lugar, algún detalle de movimientos extraños, disputas en el tráfico, de y hacia donde sucedió, si es la primera vez que le ocurre un acto similar, si fue hurto, si vio algo sospechoso, cámaras en el lugar, cuidadores de carros nuevos, presencia o ausencia de autopatrullas”.
“Se debe estar mucho más alerta en todas las áreas, ahora ya no existen lugares tan seguros, estar atentos a lo que sucede a los alrededores y, sobre todo, un hábito, caro pero necesario, la adquisición de un seguro que cubra esto”, finalizó.