“Tras varias horas de relativa calma se puede dar por finalizada esta actividad eruptiva”, indicó Roberto Mérida, técnico del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
“Se notó el retorno a los niveles normales de actividad” del volcán, agregó Mérida, después de que acabara la emisión de lava y las columnas de humo cargadas de cenizas que habían llevado a cerrar el aeropuerto internacional La Aurora y la ruta RN-14.
El aeropuerto de la capital guatemalteca fue cerrado en la mañana debido “a la presencia de cenizas” cerca de la pista, pero fue reabierto unas tres horas después cuando el viento las alejó, dijo el director de Aeronáutica Civil, Francis Argueta.
El cierre obligó a desviar a dos vuelos que debían aterrizar en La Aurora, uno desde Miami y otro desde Santo Domingo, y a retrasar el despegue de otros aviones, según fuentes aeronáuticas.
El descenso de material por las laderas del volcán y la caída de cenizas también habían llevado a cerrar por “prevención” dos tramos de la ruta RN-14 cercanos a la ciudad de Antigua, la capital colonial de Guatemala y principal centro turístico del país.
La fase eruptiva de este volcán estuvo marcada por fuertes explosiones, expulsión de ceniza, flujos de lava y material ardiente (flujo piroclástico), señaló el instituto de vulcanología.
El ente alertó además sobre el posible descenso de más avalanchas de material ardiente por las laderas y barrancos.
Desde la colonia
En Alotenango sus habitantes vieron la noche del sábado una súbita expulsión de lava que enrojeció el cielo.
“La población ya está acostumbrada de vivir esto y lo miran como si fuera normal”, dijo a la AFP el campesino maya Demetrio Pamal, de 28 años.
Sin embargo, al poblado llegaron numerosos turistas a fotografiar y hacer videos de la erupción, un fenómeno natural que ha causado la admiración de los extranjeros desde el siglo XVI.
Las crónicas coloniales narran que en 1524 el conquistador español Pedro de Alvarado fue el primer europeo que avistó la furia de este volcán. En 1932 una erupción lanzó cenizas hacia el este que llegaron hasta El Salvador (a 125 km de distancia) y Honduras (a 175 km).
Pamal contó que aunque en Alotenango están acostumbrados a las erupciones, muchas familias tenían preparadas anticipadamente una “mochila de 72 horas” con alimentos, agua, linterna y otros elementos de sobrevivencia, siguiendo recomendaciones de las autoridades.
Región de volcanes
El volcán de Fuego tiene la fama de ser el más activo de Centroamérica.
Esta región de siete países cuenta con más de un centenar de volcanes, muchos de los cuales son populares destinos turísticos, aunque ocasionalmente causan muertes y destrucción.
El 3 de junio de 2018 el volcán de Fuego provocó una avalancha de material ardiente que arrasó con el pueblo de San Miguel Los Lotes y cubrió parte de la carretera que estuvo cerrada este domingo, dejando 215 muertos y una cifra similar de desaparecidos.
“Con lo que pasó en 2018 ahora las autoridades ya están más alertas y más activas”, dijo José Sul, otro vecino de Alotenango.
El volcán de Fuego colinda con el inactivo volcán Acatenango (3 mil 500 metros de altura). Además, en Guatemala también están activos los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (sur).
A diferencia de los volcanes andinos de Sudamérica, los volcanes de Guatemala no tienen nieve en sus cimas debido al clima templado de Centroamérica.
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