HAGAMOS LA DIFERENCIA
El verdadero significado de la Navidad
La Navidad es la época más hermosa del año, es la celebración de un increíble acto de amor expresado en Juan 3:16-17: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él”. Ese es su verdadero significado: “el amor”. Dios amó a los suyos y proveyó el camino –el único Camino– para que pasemos la eternidad con Él. Dios dio a Su único Hijo para ejecutar en Él el castigo por nuestros pecados. Él pagó el precio completo y por eso estamos libres de condenación, cuando aceptamos este regalo gratuito de amor. “Más Dios muestra su amor para con nosotros, en qué siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). En Navidad se conmemora el nacimiento de Jesucristo, aunque no se sabe la época exacta, se ha escogido la fecha en que siendo Dios se hizo hombre para darnos vida eterna. Momentos de memorias y encuentros, anhelantes y generosos en el amor y el cariño. Todos queremos lo mejor en estos momentos del año. La Navidad es festiva y alegre, días entrañables, proclives a la bondad y los afectos. Por eso nos damos regalos entre nosotros para recordar ese gran regalo recibido. Es una época para compartir, para dar… Dulce Navidad.
En la actualidad, este acontecimiento se ha tergiversado, y comercializado, fomentando el consumismo en forma irracional, en muchos hogares se quita el lugar especial a Jesús y se le proporciona a Santa Claus, Papa Noel, San Nicolás, un personaje idealizado en la mente de los niños como un “bonachón” que trae regalos para todos, él es el venerado y masivamente querido. Es una imagen de marca, que vende. Las personas se estresan buscando regalos para todos, y muchas de las veces endeudándose, para simular la entrega por medio de este santulón regordete, quien promete cumplir los deseos si los niños “se portan bien durante el año”. En las celebraciones abunda la comida llegando a la gula, el licor, los bailes, la ropa extravagante, la entrega de regalos costosos, todo, muchas veces financiado con adquisición de deudas en tarjetas de crédito, que proporcionan un amargo despertar en enero.
' En muchos hogares Jesús ha sido suplantado por Santa Claus, una imagen de marca que vende incitando al consumismo.
Samuel Reyes Gómez
Sin embargo, Navidad debe ser una época especial para compartir. Nuestro Salvador Jesucristo merece ser recordado, el mundo debiera hacer una pausa en el ajetreo diario para festejar a Jesús, él se convirtió en ofrenda que redimirá la humanidad pecaminosa, la Navidad nos debe unir, la bondad aflorar en los corazones de la gente, las reuniones familiares hacer olvidar las discusiones y las diferencias, en esta época ser más dadivosos, nos permita reflexionar, perdonar, ser más agradecidos, acercarnos más a Dios. No olvidemos que el verdadero festejado debe ser el señor Jesucristo, quien debe ser el centro de la celebración. Permitamos que él tome el verdadero protagonismo en estas fechas, siendo el centro de nuestras celebraciones, dejándonos amar y permitiéndonos perdonar y ser perdonados, sin olvidar que el verdadero significado de la Navidad “es el amor”.
Guatemala está urgida de que estos sentimientos permanezcan no solo en Navidad, sino todo el año, para ser un pueblo más compasivo, más dadivoso, más unido, más misericordioso, permitiendo un espíritu cooperativo que aglutine los intereses hacia un bien común, que busque el desarrollo integral del país, al aprovechar las potencialidades que esta nación tiene. ¡Feliz navidad! que en nuestros corazones no se borre el sentimiento de agradecimiento hacia nuestro creador por permitir el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.