El jugador del París Saint-Germain compartió una foto con 19 integrantes de su familia, con sus hijos, Antonela Roccuzzo y su madre cerca en la instantánea en la Universidad de Qatar, su lugar de concentración en el país.
Leo jugó los 90 minutos de la semifinal frente a Croacia, sin descansar a pesar de que el partido estaba sentenciado: “Bien, estoy bien”. Difícil que algo lo aparte de jugar el que será “seguramente” su “último partido en un Mundial”.
Durante la fase de grupos, en uno de los descansos, Leo también había pasado tiempo junto a sus tres hijos y su esposa, quienes han estado desde el inicio del Mundial de Qatar en cada uno de los partidos de la Albiceleste.