PLUMA INVITADA

Un laberinto en Navidad

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Un laberinto es un conjunto de corredores con una entrada y una salida. Para ir de la primera a la segunda es necesario seguir un camino tortuoso e indefinido. Todos los hemos visto en las publicaciones de diarios, en jardines… ¿pero sabemos realmente lo que es?

' Nuestro laberinto nos permite mejorar, manteniendo una actitud positiva hacia la vida y los obstáculos que esta nos presenta.

Carlos R. Paredes

Quizás el más famoso sea el registrado en la mitología griega donde el rey Minos de Creta mantiene a una criatura con cuerpo de hombre y cabeza de toro, el Minotauro, encerada en un laberinto. No fue sino hasta la llegada del príncipe Teseo de Atenas que se logra vencer al monstruo. Concluye su misión por su valor y con la ayuda de la hija del rey de Creta, la princesa Adriana. Ella le entrega una bobina de hilo para que lo desenrolle mientras ingresa al laberinto y así pueda encontrar su camino de regreso.

Los laberintos existen desde hace milenios en muchas culturas. Se utilizaron para proteger la entrada de tumbas reales antiguas y hoy continua su presencia. En inglés existen dos palabras para describir un laberinto: maze que describe un laberinto que tiene múltiples rutas posibles mientras que labyrinth describe un laberinto con una sola ruta dese su inicio hasta el final. Este último se ha incluido iglesias católicas, tal como el laberinto de un de las más bellas catedrales de Europa, la catedral de Chartres en Francia.

En estos casos, el laberinto no es una mezcla de caminos tortuosos a recorrer, sino que es un solo camino que lo lleva a uno desde la orilla hasta el centro y de regreso a la orilla. Su simbolismo es grande ya que el camino está muy bien marcado por lo que es fácil seguirlo, pero al a vez se rompe con el paradigma de la línea recta. Es decir que no es un recorrido de A hacia B sino que es un recorrido en un solo punto durante un tiempo. Es un recorrido muy propicio para pensar, meditar sobre nuestras acciones, nuestra manera de ser y para tomar nuevas resoluciones.

Es posible que nuestras vidas se reflejen en un laberinto similar al de la catedral de Chartres. Empezamos el recorrido en Navidad y lo recorremos durante todo el año. Aunque nuestra vida transcurra normalmente y el tiempo pase. inevitablemente regresamos cada año al inicio en Navidad. Por ello es imprescindible que todos recapitulemos durante esta bella época sobre nuestras acciones del año que termina. Debemos meditar en cómo podemos mejorar y debemos proponernos ser mejores en el siguiente año. Aprovechemos la energía positiva que el sistema solar nos inunda en el Solsticio de Invierno para cambiar en nosotros lo que menos nos agrada. Es únicamente a través del cambio personal que lograremos ser mejores personas durante todo el año siguiente. Para ello debemos agradecer las bendiciones y los aprendizajes del pasado año para irradiar paz, felicidad y prosperidad a todo nuestro alrededor.

Nuestro laberinto nos permite mejorar, manteniendo una actitud positiva hacia la vida y los obstáculos que esta nos presenta. Solo así lograremos disfrutar de las buenas experiencias y aprender de las no tan gratas. El laberinto también nos enseña que cada paso que damos en su recorrido es un momento del tiempo que pasa, y una vez pasa… ya nunca regresa. Por ello es importante que no solo tengamos una buena actitud sino también que intentemos vivir cada instante de nuestras vidas al máximo. Logremos que cada segundo, minuto, hora y día sean únicos y muy bendecidos.

¡Feliz Navidad a todos!

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