ALEPH

Regresión democrática 2022, año electoral 2023

|

Han salido ya dos encuestas que, a primera vista, se perciben bastante parcializadas, quizás porque, usualmente en Guatemala, “quien paga el mariachi elige las canciones”. Lo más útil de una de las encuestas es que nos confirma que, en este lugar asombroso e imparable, la opinión pública se construye, en buena parte, desde la televisión abierta. El resto en las redes sociales y otros medios. De allí el poder que sigue teniendo Ángel González, a quien han visitado los candidatos de al menos las últimas siete elecciones en romería.

Si queremos democracia hay que insistir, una vez más, en la necesidad de romper el monopolio de la TV en Guatemala. Es un factor determinante, aunque no el único. Las redes son cada vez más estratégicas. En un artículo anterior (Saldos 2022) hablaba de lo que este año nos ha dejado: en términos generales, una tendencia democrática regresiva, la pérdida de libertades políticas y civiles, una tensión social que no se rompe gracias a las remesas de los migrantes que representan el 18% del PIB, un Estado secuestrado, sobre todo en su columna vertebral (el sistema de justicia), y un panorama preelectoral que trae, con pocas excepciones, más de lo mismo que hoy tiene a Guatemala como el país más pobre y sin educación ni salud de la región, pero también la urbe más edificada.

Siendo realista, a la mayoría de la gente en Guatemala no le importan los planes de gobierno que presentan los candidatos, o los equipos que les acompañarán y muchos menos el futuro del país. A buena parte de la población guatemalteca le importa lo que toca su bolsillo, su seguridad más inmediata, su sobrevivencia. E incluyo aquí a los corruptos. A unos les importan las láminas que les darán, los quetzalitos que repartirán los partidos en los mítines, las motos o radios que rifarán cuando pasen los candidatos por sus comunidades o las bolsas de alimentos que les ofrecerán a cambio de votos. A otros les importan los millones que les depositarán en las cuentas bancarias. Esta es la Guatemala totalmente corrupta y corrompida que han hecho los que nos han gobernado. Una donde se ondean las banderas cada 15 de septiembre, pero donde muy pocos entienden qué significa ser país para las presentes y futuras generaciones.

' Es probable que en el 2023 siga el “ajuste de cuentas” que se intensificó en 2022 por quienes quieren vengarse por lo de Cicig.

Carolina Escobar Sarti

Es muy probable que en el 2023 siga el “ajuste de cuentas” que se intensificó en el 2022 de parte de quienes quieren vengarse por lo de la Cicig. Justicia al mejor postor y perros bravos nunca le faltarán al pacto de corruptos. El próximo año será un gran desafío para la mayoría de la población guatemalteca, pero en especial para quienes ejercen el periodismo, la comunicación o la justicia de manera independiente. Los casos de Virginia Laparra, Jose Rubén Zamora y el juez Miguel Ángel Gálvez fueron los más recientes en mostrarnos el rostro que puede tener la venganza. Ante ello, la presión internacional será muy importante en el 2023, porque internamente tendremos mucho ruido, con casi 30 candidatos haciendo de Guatemala su mercado. Y en este mercado electoral, un Tribunal Supremo Electoral con muy poca credibilidad, totalmente debilitado e instrumentalizado para una campaña que ya tiene dueños.

Será un momento importante para que los movimientos sociales resistan, se reconozcan y protejan mutuamente, se unan entre sí y tiendan puentes. Esto suena a utopía, porque la fragmentación sigue estando muy presente en toda la sociedad guatemalteca, pero se vale nombrar lo posible, porque es necesario articular la acumulación estratégica de fuerzas.
Guatemala está enferma y vive gracias a la respiración artificial. Este fin de 2022, mientras algunas personas seguían en sus labores o entraban en sus cocinas y sus libros, otras seguían cocinando los menjurjes para el año electoral que ya tenemos encima. Los tiempos electorales son complejos y cargados de violencia, pero no podemos solo ver que la enferma se muere sin hacer algo al respecto.

ESCRITO POR: