La pulsera incluye un microtag con los datos de la tarjeta de crédito. La seguridad se basa en el sistema EMV usado en las tarjetas clásicas, y el funcionamiento también es idéntico. Solo cambia el formato.
Con el nuevo sistema, en vez de escanear o acercar el teléfono o tarjetas a la terminal de pago electrónica o POS del establecimiento, se acercará únicamente la muñeca al dispositivo.
La pulsera, resistente al agua y flexible, requerirá como con las tarjetas tradicionales, el uso de un pin para compras superiores a los US$25.
Como con otros wearables —dispositivos vestibles—, hay una aplicación asociada, en este caso no para medir el ritmo cardiaco, sino para llevar un registro de las compras que se han realizado.
“Creo que toda esta moda, de utilizar diferentes accesorios para hacer pagos, no es mala, ya que según se entiende, el uso de la tecnología EMV (Europay Mastercard Visa) asociada al estándar ISO 7816 implica un control más exacto de las transacciones y el uso de algoritmos criptográficos más robustos, por lo cual es seguro”, afirma el experto en seguridad informática Ronald Morales.
Comercios de Guatemala comienzan a utilizar terminales de pago a través del celular. (Foto Prensa Libre: Archivo)
“No creo que sean más opciones para los ciberdelincuentes, pero sé, como toda actividad delincuencial, que va a depender de lo complicado o no que les resulte a los hackers desarrollar artefactos que les den más ganancias por menos esfuerzo”, refiere el especialista.
Morales, coordinador del Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática para Guatemala, expone que si esta forma de pagos llegara al país, será importante que haya una legislación que la regule. “En nuestro país la legislación para delitos informáticos se torna escasa”, dice.
Se necesita proteger la integridad, la confidencialidad y la disponibilidad de los sistemas que hagan uso de las tecnologías de la información, sin importar los medios que se utilicen. Debe existir certeza de castigo y herramientas jurídicas que permitan la persecución de este tipo de delito, para evitar ser el eslabón más débil en la llamada aldea global”, indica.
CONSEJOS
Ahora es posible en el mercado local hacer pagos mediante apps móviles o al pasar la banda magnética de la tarjeta de crédito por un lector de banda magnéticas que se le agrega a un smartphone.
Para protegerse de fraudes se recomienda instalarle al teléfono un software de seguridad informática y, en el caso de la tarjeta de crédito, nunca perderla de vista al momento de pagar en cualquier tipo de negocio.