Según datos de la organización Diálogos, proporcionados por el Ministerio Público (MP), de enero a octubre de 2022 recibió tres mil 846 denuncias por delitos sexuales cometidos en contra de menores de 0 a 17 años, de estos dos mil 702 fueron por violación, 24 por ciento en contra menores de 14 a 17 años y en el 16%, las víctimas eran de 7 a 13 años.
Mientras que por agresión sexual, en el mismo periodo, recibió mil 144 denuncias, de las cuales el 18% fue en contra pequeños de 7 a 13 años y en un 13% las víctimas eran de 14 a 17 años, de acuerdo con las estadísticas recopiladas por Diálogos.
Entre violación y agresión sexual, las cifras hasta el 31 de octubre pasado, revelan que hubo un aproximado de 384 denuncias al mes y 13 diarias, sin tomar en cuenta aquellas en las que probablemente no se presentó el caso ante el MP.
Una deuda del Estado
La Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni) considera que el Estado está en deuda con la población con respecto al abordaje del abuso y la violencia sexual, derivado a que “sus abusadores están en casa y en la comunidad”, dijo Otto Rivera, secretario Ejecutivo de esta organización.
Rivera detalló que hasta septiembre del año pasado el Instituto Nacional de Ciencias Forenses practicó cinco mil 177 exámenes forenses “bajo la presunción de abuso y violencia sexual, de los cuales el 91 por ciento se hizo en niñas y adolescentes” y el 9% en niños.
De dichas pruebas efectuadas, un 28 por ciento se hizo a “bebés menores de 12 meses de vida”, expuso Rivera. “Ni la primera infancia está libre del abuso y violencia sexual”, añadió. Al igual que las desapariciones, este delito refleja un incrementó desde marzo de 2020.
Según Rivera antes de la pandemia del Covid-19 se activaban diariamente 15 alertas por desapariciones de niños y adolescentes, hasta septiembre de 2022 se reflejaron 20 diarias.
La Ciprodeni alerta que hasta septiembre del año pasado se reportaron 453 asesinatos en menores, las causas principales han sido por arma de fuego, estrangulamiento y arma blanca. Los departamentos de mayor incidencia fueron: Guatemala, Escuintla, Chiquimula, Quetzaltenango, Chimaltenango y Alta Verapaz.