La historia, dirigida por Matt Reeves, narra la devastadora situación que vive la Tierra, afectada desde hace 10 años por un virus de los monos al que pocos humanos han resistido.
En estas condiciones inhóspitas, los simios se han convertido en una sociedad desarrollada, capaz de hablar y razonar, y comprometida con su comunidad liderada por César, quien en la anterior secuela los guió hasta la libertad.
Pero la armonía de los animales se ve desestabilizada con la irrupción de los humanos en su territorio, los frondosos bosques situados al norte de San Francisco, quienes les plantean una colaboración pacífica para rehabilitar una represa que terminará dividiéndolos.
Tráiler del filme.
REFLEXIÓN
“La cuestión que se plantea en la película es: ¿Es una especie más importante que otra?”, dijo recientemente el actor británico Andy Serkis, quien se pone en la piel de César.
Durante el filme salen a la luz múltiples paralelismos y metáforas sobre la manera en que humanos y simios piensan, pero termina demostrando que el miedo, la avaricia y el egoísmo de las personas pueden corromper a los chimpancés, que hasta ahora solo actuaban en beneficio de su sociedad.
César muestra que “cualquier sistema de pensamiento absoluto termina fracasando, ya que no tiene en cuenta que las personas son diferentes”, comentó Serkis. El planeta de los simios también cuenta con Jason Clarke como Malcolm, Gary Oldman en el papel de Dreyfus, Keri Russell como Ellie, Toby Kebbell como Koba y Nick Thurston como Blue Eyes.