CATALEJO
Giammattei: mañana comienza último año
Giammattei llegó al poder el 14 de enero de 2020 a las 14 horas. Quedarán a partir de mañana 365 días calendario para el fin de un gobierno condenado, como el de su antecesor Jimmy, a un olvido popular merecidísimo. En la práctica, ese lapso es menor porque las elecciones serán convocadas de hoy en una semana; la primera vuelta será el 25 de junio, a 155 días de distancia, y la segunda el 20 de agosto, a 56 días más (211, en total). A partir de allí comienza ese período nebuloso de 116 días hasta llegar al nuevo 14 de enero a las 14 del año entrante. En esa etapa, al presidente saliente se llama en Estados Unidos “lame duck”, o sea pato herido, imposibilitado de volar, porque pocos le hacen caso. En Guatemala, ese número es insignificante, pues todos andan en busca de “hueso”.
' La historia se tragará pronto a Alejandro Giammattei, como ya lo hizo con Jimmy Morales, por razones muy parecidas.
Mario Antonio Sandoval
Hace algunos días fue reproducido por Guatevisión parte del primer discurso de Giammattei, pronunciado a gritos y con somatones de podio. Algunas de sus promesas fueron “acabar con la maldita corrupción”, eliminar el Parlacen y la SAAS por inútiles y reducir la desnutrición infantil, esto último como una promesa personal, pero por una conveniente amnesia lo olvidó, junto con haber recibido el voto popular contra su ahora tan amiga Sandra. La epidemia de covid, aparecida a pocas semanas, mal atendida, le costó la vida a numerosos médicos y personal, y causó la indefendible compra de vacunas rusas, a precio doble y en condiciones leoninas. El Parlacen sigue tan campante, y las declaraciones suyas y de los funcionarios demuestran su convencimiento de vivir en un país de fantasía.
Aunque tiene el título de médico, se rodeó de funcionarios colegas incapaces para combatir el covid. Sus gabinetes (Relaciones Exteriores en tres ocasiones) son ejemplos claros. Con sus amigos politiqueros pronto se apoderó de los organismos Judicial y Legislativo y el Ministerio Público, donde colocó a incondicionales e ineptos. También cayeron el Tribunal Supremo Electoral, el deporte, y toda entidad con presupuestos atractivos para mal usar el dinero. La amistad con los rusos provocó la alfombra enrollada (al estilo de Cleopatra) y la atención zarista a gente relacionada con la explotación de minas. Ha sido un gobierno inmerso en dinero presupuestado a manos llenas, causante de millonarios instantáneos. Eso es el pasado, y ahora falta mencionar el futuro en ese último año.
Del Parlacen es difícil salirse: toma un año y los demás países deben autorizarlo. Por eso, prometer cualquier cosa al respecto es mentira y electorería pura. Refugio para expresidentes y demás; sus prebendas son iguales a los de la “clica de la novena”; su tarea se reduce a sugerir, porque las decisiones no son obligatorias. Popularmente se le llama “Charlacen”, porque hablar sin ningún resultado es la única tarea de sus integrantes, escondidos allí para escapar de los merecidos juicios por haberse burlado de los votantes. Morales logró colarse a la fuerza gracias a la ayuda descarada de la entonces presidenta, hija de Sandra Torres, en una vergonzosa sesión hecha la media noche de la entrega del puesto, en las pocas horas sin inmunidad entre la entrega de la presidencia y la juramentación.
El primer discurso de Giammattei es el peor de los pronunciados luego de recibir la banda presidencial. Improvisado, con gritos y gesticulaciones. Ahora se encuentra a pocos meses de convertirse, según dicen los guatemaltecos de más de 50 0 60 años, en un “gobernador de pueblo sin gente”. Mucho dependerá de cómo se desarrolle el tiempo de la campaña, llamada a ser otra vez la causa de pintarrajeos y colocación de papeles con la cara de los candidatos, repetidos ad náuseam. Mientras, los politiqueros ya tienen las corbatas compradas con el color del nuevo partido. Las ilusiones se despertarán en las tres docenas de pobre gente convencida de ser la o el salvador del país, la mitad o más de los pseudopartidos desaparecerá. Todo esto, claro, si las dos vueltas electorales se realizan.