La actividad de minas y canteras tiene una participación de 0.6% en la actividad económica nacional y la banca central previó que este año tendrá un crecimiento interanual de 18.5%, para constituirse en el sector con la mayor expectativa, entre los 17 que se toman en cuenta para calcular el Producto Interno Bruto (PIB) por el lado de la producción. Esto, de acuerdo con el informe de Evaluación de Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia a noviembre del 2022 y Perspectivas Económicas para 2023.
Un estudio de la firma consultora Central American Business Intelligence (Ca-bi) del 2022, indica que el impacto económico de la actividad puede medirse desde distintas perspectivas: aporte al PIB; empleos y salarios; inversión extranjera directa (IED) y aporte a la recaudación fiscal.
La huella económica de la actividad se relaciona con otros sectores de la economía, así con como el dinamismo económico generado por el consumo derivado del pago de salarios y la reinversión de utilidades. En algún momento, la actividad minera fue intensiva en la atracción de IED, pero en los últimos cinco años el flujo neto es negativo.
Es decir que a pesar de las altas expectativas de reactivación minera, derivado de la posible reapertura de la empresa El Escobal, en Santa Rosa, y el inicio de operaciones de la minera Cerro Blanco, en Jutiapa, la Gremial de Recursos Naturales, Minas y Canteras (Grenat) adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) confirmó que la suspensión de operaciones de otros proyectos, podría incidir en las previsiones indicadas, por lo que de momento, se trabaja en los ajustes de las cifras, que se darán a conocer en las siguientes semanas.
Cómo se ve el sector
Según la Grenat, económicamente el 2014 fue el mejor año de la minería en Guatemala, pues la actividad creció 46.7%. En tanto que 2018 fue el peor año, con una caída de hasta -31.1%; y la huella económica del sector llegó a representar casi el 4% del PIB (cerca de Q20 mil millones), pero la contribución actual equivale a la mitad.
Uno de los factores que más influyó en esta contracción fue la suspensión del proyecto El Escobal, ubicado en San Rafael Las Flores, Santa Rosa, que ya dura seis años, con un impacto notable no solo en el sector minero, sino en la industria en general. A esto se suman los conflictos sociales en torno a otros proyectos y la falta de regulación del Convenio 169.
“Hay mucho qué hacer para que la minería llegue a superar las cifras de hace 10 años, sin embargo, nos mantenemos optimistas en que pronto haya nuevos proyectos que reactiven al sector”, señala Grenat.
¿Qué se espera en 2023?
Valery Zurita, directora ejecutiva de esa entidad, afirmó que se están generando los nuevos números de estimación del sector sobre el nuevo crecimiento esperado, tras la suspensión de operaciones de la empresa Mayaníquel en Izabal, hecho ocurrido en diciembre pasado.
Con las cifras iniciales, se estimaba que en el 2023 la actividad podría representar hasta 4% del PIB, unos 80 mil empleos directos e indirectos y un aporte de Q900 millones para el Estado, entre regalías e impuestos.
Por otro lado, hay confianza en que se puedan activar otros proyectos, como el levantamiento de la suspensión de El Escobal, luego de que culmine el proceso de consulta comunitaria ordenada por la Corte de Constitucionalidad (CC). Y de la misma forma, avanzar en el proyecto Cerro Blanco en Jutiapa, que prepara su inicio de producción.
“Que estos dos proyectos mineros se activen este año podría apoyar bastante y llegar a levantar las cifras. De acuerdo con lo comunicado públicamente por las autoridades encargadas, en marzo se podría tener respuestas respecto al procedimiento de consulta, por lo que El Escobal podría reiniciar operaciones muy pronto”, enfatizó la ejecutiva.
En el caso de Cerro Blanco, aún está en proceso la emisión de licencias, pero también se espera que pueda comenzar operaciones en este año.
Firma de convenio
La Grenat, la Cámara de Comercio Guatemalteco-Canadiense (CanCham) y la CIG, suscribieron un convenio de cooperación para fortalecer la industria minera en Guatemala.
Raúl Bouscayrol, vicepresidente de la junta directiva de la CIG, declaró que una parte del convenio busca incrementar los flujos de inversión, mientras que se fomenta la cooperación para promover el intercambio de conocimientos, atracción de capitales y la consolidación de relaciones comerciales entre ambos países.
Luis Alfredo Monzón, presidente de la CanCham, comentó que empresarios canadienses están en busca de oportunidades en la industria minera de primer nivel, por lo que, a mediano plazo, hay muchas oportunidades que pueden concretarse en el país.
Exportaciones
Del 2010 a noviembre del 2022, las exportaciones de minas y canteras sumaron US$16 mil 409 millones, según los registros de la gerencia de Competitividad de la CIG, lo que hace en promedio US$1 mil 262 millones anuales.
En ese período, el mayor movimiento se registró en 2014, cuando las exportaciones se situaron en US$1 mil 860 millones; y el menor fue en 2020 con US$910 millones, lo que puede estar asociado a los efectos de la crisis sanitaria a escala global.
Producción
Minera El Escobal
De acuerdo con información disponible en la página de Pan American Silver, propietaria del proyecto Escobal, antes de la suspensión en 2017, la mina tuvo tres años consecutivos de producción de 20 millones de onzas de plata al año, ya que tiene una estimación de reservas probadas y probables de 264 millones de onzas, por lo que se estima una capacidad de producción promedio de 4,500 toneladas por día.
Cerro Blanco
Según información disponible en el sitio web de Elevar Resources, propietaria del proyecto Cerro Blanco, los estudios exploratorios demostraron que esta es una mina con alto grado de concentración metálica a poca profundidad, lo que implica una estimación de 2.5 gramos por tonelada removida durante los primeros cuatro años del proyecto y de 1.64 gramos durante el resto de operación.
Se estima que Cerro Blanco es capaz de proveer una extracción de más de 290 mil onzas de oro anuales, para un total de 2.6 millones de onzas.