Escenario

La primera ciudad formal de Santiago surgió en el Valle de Almolonga

Aunque fue cerca de Iximché —Chimaltenango— que se fundó Santiago de los Caballeros de Guatemala, el 25 de julio de 1524, fue en su traslado al Valle de Almolonga que dejó de ser un campamento militar y adquirió las características formales de una ciudad colonial de la cual quedaron pocos vestigios.

La primera ciudad formal de Santiago. (Foto Prensa Libre: Kevin Ramírez)

La primera ciudad formal de Santiago. (Foto Prensa Libre: Kevin Ramírez)

CIUDAD DE GUATEMALA – De acuerdo con información e interpretación de documentos como el lienzo de Quauhquechollan, Pedro de Alvarado (1485-1541), después de avanzar por el Altiplano, donde venció a los quichés, tzutujiles y mames, gracias al apoyo de kaqchiqueles, decidió establecer la ciudad el 25 de julio de 1524 a inmediaciones de Iximché, la capital de los kaqchiqueles, que tuvo que ser abandonada por los conquistadores por la rebelión de aquellos.

El cronista fray Antonio de Remesal describe que en esa fecha integrantes del ejército español se vistieron con sus mejores galas para asistir a misa a campo abierto. Luego se llevó a cabo la fundación de la ciudad y se celebró el primer cabildo. Los festejos, según Remesal, duraron varios días, explica Enrique Berdúo, cronista de Antigua Guatemala.

La selección de la fecha fue intencional, pues el 25 de julio es cuando la Iglesia Católica conmemora al apóstol Santiago.

Las primeras construcciones erigidas por los españoles en Guatemala debieron de tener el carácter improvisado, como ranchos o chozas, puesto que no traían consigo arquitectos profesionales. La finalidad de la primera ciudad era jurídica, para asentar la dominación de Alvarado, y solo se eligió su cabildo, expone la obra Antigua capital del reino de Guatemala.

En el Valle de Almolonga se levantaron primitivas edificaciones. (Infografía Prensa Libre: Kevin Ramírez)

PRIMER TRAZO
El primer asentamiento permanente con calles y plazas lo estableció Jorge de Alvarado, hermano de Pedro de Alvarado, el 22 de noviembre de 1527, en el lugar donde se encuentra actualmente San Miguel Escobar, cercano a Ciudad Vieja —Sacatepéquez—, en el Valle de Almolonga, traducción del náhuatl de la palabra en kaqchiquel Bulbuxy’a, que significa “lugar donde brota agua”, y ordenó hacer el trazo. Allí se avecindaron unos 150 españoles, cuya vida giraba en torno a la preparación y abastecimiento de armadas, explica el libro Santiago de Guatemala en Almolonga.

Contrario a lo que se cree y con base en investigaciones, en Ciudad Vieja nunca estuvo el centro de la segunda Santiago sino que este era el barrio de indígenas tlaxcaltecas, mexicas y cholulas que acompañaron a Alvarado en su campaña de conquista, se expone en la Guía de Antigua Guatemala.

Cuando los españoles establecieron la primera sede formal, los vecinos obtuvieron ciertos terrenos, en principio como mercedes reales, pero concedidos a través del ayuntamiento, indica el Atlas Histórico de Guatemala.

En Guatemala parece que existían construcciones de adobe, cañas, techo pajizo y rara vez ladrillo, piedra y teja, según testimonios del viaje de fray Alonso Ponce, en 1586.

Durante la inundación que destruyó la ciudad el 11 de septiembre de 1541, más parecida a una aldea pequeña, todavía no estaba bien delimitada y solo estaba dividida por cercas de caña, expone Berdúo. Para ese momento ya estaban construidos tres conventos de órdenes masculinas —dominicos, mercedarios y franciscanos—, dos de los cuales quedan algunos restos. Se decidió trasladar por tercera vez la ciudad el 10 de marzo de 1543 al Valle de Panchoy —Antigua Guatemala—.

Después del terremoto de Santa Marta, ocurrido el 29 de julio de 1773, la metrópoli se asentó por cuarta y última vez el 2 de enero de 1776 en el Valle de la Ermita, sin trasladar el nombre de Santiago, ya que este estuvo asociado a calamidades, explica Berdúo. A la ciudad se le denominó Nueva Guatemala de la Asunción y se eligió como patrona a la virgen de esta advocación.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.