Pamela Albizúrez, hija del estudioso de la lengua, recordó que él “era muy entregado en todo lo que hacía”. Destacó que “amó mucho la lengua, a la cual se entregó toda la vida”. “En todo momento siempre buscó servir al país; fue buen cristiano, con una fe increíble hasta el último momento, y creo que nos deja un ejemplo de fe, amor y servicio a los demás”, resaltó.
Agregó que su padre amaba escribir, sobre todo artículos de prensa, y que lo recuerda siempre con un libro en la mano.
Francisco Albizúrez Palma, quien falleció la madrugada del lunes último, en su casa, a los 78 años, fue nombrado por la Academia Guatemalteca de la Lengua Maestro de Académicos y considerado por los expertos como el bastión más sólido de la literatura guatemalteca.
Desde la década de 1960 fue catedrático titular e investigador de la facultad de Humanidades de la USAC. (Foto Prensa Libre: Archivo)
VIDA DE LOGROS
Estudioso del idioma español deja un gran legado.
Fue catedrático, poeta, ensayista, narrador y crítico literario.
Director de la Academia Guatemalteca de la Lengua en el período 2004-2007.
Estudió Letras en la Usac, que en 1964 le concedió la beca Justo Rufino Barrios, gracias a la cual se doctoró en Filología Románica en la Universidad Central de Madrid, España.