DESARROLLO DE PAÍS
La pobreza: objetivo de gobernantes de izquierda
Recientemente circuló en redes sociales un video donde dos presidentes latinoamericanos de izquierda, líderes de partidos políticos y excolaboradores de gobiernos, dan a conocer la estrategia del porqué les ha sido y les es conveniente mantener a los pobres en ese estado. Un colaborador del expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, comenta que en una ocasión, cuando le planteó a Chávez soluciones a los problemas económicos que se venían, este le dijo que “la revolución se trata de mantener a los pobres pobres, pero con esperanza, porque los pobres son los que votan por nosotros, son los que nos dan el poder. No los podemos sacar a la clase media porque dejan de ser pobres y pasan a ser nuestros enemigos”.
Gustavo Petro, el exguerrillero y actual presidente de Colombia, dice en el video que “cuando los pobres dejan de ser pobres y tienen, entonces se vuelven de derecha y ahí viene el problema”. Yeidckol Polevnski Gurwitz, actual diputada del Congreso de la Unión de México y expresidenta nacional del partido político Morena, dice en el video: “Cuando se saca a gente de la pobreza y llegan a clase media se les olvida de dónde vienen, porque la gente piensa como vive”.
' Petro: Cuando los pobres dejan de ser pobres y tienen, entonces se vuelven de derecha, y ahí viene el problema.
José Santiago Molina
Andrés Manuel López Obrador, expresidente del partido político Morena y actual presidente de México, dijo que “ayudando uno a los pobres, va uno a la segura, porque ya sabes que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad. Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”. Cuando se revisan indicadores económicos y sociales de Cuba y de Venezuela se entiende muy bien los logros sobre los objetivos de la revolución cubana y de la revolución venezolana: control del poder y pobreza. De ese castrochavismo ha habido de todo. Por ejemplo, Evo Morales en Bolivia, Néstor Kirchner y su esposa en Argentina, López Obrador en México, Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia, Pedro Castillo en Perú, Daniel Ortega en Nicaragua y Xiomara Castro en Honduras. Si revisamos indicadores en esos países, vemos corrupción enorme, gasto desmedido, aumento en deuda pública, actividad mediática emocional permanente, migración de capitales y migración de personas, como el caso de Cuba y Venezuela.
En Guatemala debemos ser muy cuidadosos en las elecciones generales del 25 de junio, y seguramente en segunda vuelta, en el caso de la elección presidencial y vicepresidencial, el 27 de agosto. Hay candidatos claramente definidos de izquierda radical, populistas de izquierda y de derecha, de centro izquierda, que regalan y ofrecen, y de derecha con propuesta de inversión y oportunidades promoviendo el desarrollo del país y la defensa del estado de Derecho con conceptos claros.
Corrupción ha habido en todos los gobiernos, pero en diferentes niveles y en diferentes escalas. Hay ejemplos claros como el caso Transurbano, el caso Odebrecht, los Q120 millones en efectivo encontrados en maletas y muchos más. La gran mayoría queremos erradicar la corrupción, pero se vuelve complicado cuando está estructurada en algunas instituciones, cuando el crimen organizado tiene tanta capacidad financiera y cuando en el sistema de justicia hay personas que no la hacen pronta, cumplida y honesta.
Revisemos bien los candidatos a alcaldes, y al gobierno, que tengan trayectoria de personas honorables, que tengan logros demostrables, que tengan visión de país y, sobre todo, que sepamos que saben servir al prójimo. Busquemos conciliadores que entiendan qué está bien y qué está mal, pero que tengan la capacidad de llevar al país al desarrollo económico sostenible y cuidar del estado de Derecho.