Lo que notamos, una vez más, es la presencia de pintores, algunos fotógrafos, algunos escritores, una coreógrafa por aquí, una cineasta por allá, pero no hay músicos. Evidentemente, si los maestros filarmónicos están ocupados en un concierto, o los chicos roqueros andan extemporizando “riffs” en una fonda del centro histórico, es natural que no tengan la opción de asistir a la apertura de una expo que tiene lugar al mismo tiempo. Pero estas exhibiciones duran bastantes días, cuando no varias semanas… es cuestión del interés que logre ponerle el público, puesto que tiene oportunidad de visitarlas, aunque no sea el primer día.
Curiosamente, sí había un par de actividades musicales que coincidían en horario con las exposiciones. Una de ellas revestía carácter particular: la representación de una ópera que ya es “de repertorio” por antonomasia, la Traviata de Verdi. Las funciones han sido a beneficio del Sistema de Orquestas de Guatemala. Mención aparte, en nuestra siguiente entrega.
presto_non_troppo@yahoo.com