Los acontecimientos actuales nos hacen pensar que se viene un gran cambio para la humanidad. Para los estudiosos de las Sagradas Escrituras, es evidente que ya estamos enfrentando los sucesos descritos en las profecías bíblicas. Todo encaja perfectamente en el cuadro escatológico, y el próximo evento profético que debería suceder es el rapto de la iglesia.

Es evidente que las naciones a nivel global han caído en los niveles más bajos de corrupción, y sin importar ideología alguna, todas las formas de gobierno han fracasado. Violencia, maldad, ausencia de valores que están destruyendo a la humanidad. El amor de muchos se ha enfriado (le suena familiar), los únicos valores que importan hoy en día son el poder, el dinero y el sexo.

Este mundo llama a lo bueno malo y a lo malo bueno; las personas sienten un vacío existencial tan grande que se están suicidando, al no encontrarle sentido a la vida. Sumado a esto, catástrofes naturales, guerras, miseria y un planeta agonizante. Así que, por la coyuntura mundial, podemos decir que ya estamos enfrentando los eventos descritos en las profecías bíblicas. Los teólogos coinciden en que ya se oyen los cascos del Apocalipsis. Hechos que parecían imposibles de ocurrir, hoy son una realidad.

Quienes creen en Dios y han estudiado la Biblia están al tanto de lo que se viene muy pronto para el mundo. Aunque estos temas suscitan reacciones controversiales, es necesario hablar al respecto, porque el tiempo se agota. El próximo evento en el calendario profético de Dios es cuando Cristo venga en el aire y saque a su iglesia de este mundo. (Es decir los que creyeron en Él cómo su único Salvador). Y este es el llamado “rapto de la iglesia”.

Las religiones globalmente se han multiplicado, incluso se han prostituido, siendo hoy un negocio redondo, para algunos que se aprovechan de la necesidad que el hombre tiene de buscar a Dios, para lucrar con la fe. Sin embargo, en lo que sí coinciden casi todas es que Cristo vendrá una segunda vez a la tierra. De aquí han emanado incluso profecías a lo largo de la historia, prediciendo el regreso de Cristo y fijando fechas fallidas. Todo esto ha creado un gran escepticismo a su alrededor, que ha llevado a la gente incluso a dudar de la existencia de Dios y renegar de quienes se denominan “cristianos.”

Sin embargo, y basándonos estrictamente en la Biblia, donde se habla de este segundo advenimiento y con todas las profecías cumplidas, el siguiente acontecimiento que ocurrirá en el mundo es el “Rapto”. Este evento marcará el principio del fin, y consiste en que los creyentes que estemos “vivos” en el momento que Dios lo decida, desapareceremos de este mundo —como por arte de magia—, siendo llevados ante la presencia de Jesús. En cambio, los que no han tenido fe en Él, y “no hablo de una religión, sino una relación”, lamentablemente se quedarán en la tierra y tendrán que atravesar una gran tribulación.

Entonces habrá caos mundial, suscitado por la desaparición de millones de personas en el planeta, sin explicación lógica posible. Unos dirán que fue un cambio de era, otros lo atribuirán a los extraterrestres y muchas hipótesis más. Jesús describió este evento profético en Mateo 24:37-42, refiriéndose al fin de los tiempos, el rapto y su segunda venida. Haciendo también una similitud de los tiempos finales con el diluvio universal, cuando Noé fue salvado y el mundo arrasado. No mencionó el día ni la hora, pero sí lo que acontecería previamente.

El rapto será el inicio de una sucesión de eventos terribles para la humanidad, tal como la aparición del anticristo, la tribulación y posteriormente un juicio final, donde todos los seres humanos seremos juzgados por Dios.