Utilizaba su rol dentro de la sociedad como la fachada perfecta para lavar el dinero que obtenía de la venta de la droga, que era movida como diezmo de su peregrinación.
Su captura fue consecuencia del operativo “Alta Mar”, que buscó dar con distintos criminales que se dedican a la comercialización de drogas en varios países de Suramérica y Centroamérica.
Entre las detenciones recientes, junto al pastor religioso se perfilan cuatro ciudadanos de origen colombiano, que se presume juegan una pieza clave dentro de la red encabezada por el pastor.
“Aunque no era el líder principal de la iglesia, una iglesia evangélica acá en el sector, lo cierto es que él sí tenía un liderazgo y esto de alguna manera lo utilizaba para cuando se le hacían depósitos de dinero, hacer ver que eran por concepto de diezmo, pero no se ha vinculado a la iglesia en este momento, nada más es que él hacía esas funciones dentro de la iglesia”, explicó el subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto, al medio de comunicación, Perú 21.
Los colombianos, según documentó El Tiempo, responden a los apellidos de Cortés, Orozco, Vargas y Aragón, así mismo destacaron la aprehensión de costarricenses que fueron identificados como Gutiérrez, Badilla, Rojas, Maykall y Umaña, junto a cinco mujeres de apellidos Beita, Villegas, Porras, Méndez y León.
El rol que tenía el pastor era ayudar a movilizar a distintos puntos del país la droga, que era comercializada por la región, y por tratarse de un religioso no levantaba sospecha alguna de las autoridades.
Todos los detenidos serán puestos a disposición de las Cortes de aquel país para que esclarezcan los cargos relacionados con el trasiego de droga y lavado de dinero, según las autoridades.