Autoridades estadounidenses han advertido de que repatriarán a muchos de esos menores, que en su mayoría llegan en busca de sus padres que residen en Estados Unidos o huyen del clima de violencia en sus países, sobre todo en El Salvador, Honduras y Guatemala.
Ante ese problema, que aumentóúltimamente, deben respetarse “grandes principios”, como “la unificación familiar” y cuidar que “esos niños tengan un trato humano”, declaró Insulza a periodistas tras haberse reunido con el presidente del parlamento salvadoreño, Sigfrido Reyes.
La migración de niños centroamericanos sin acompañantes a EE. UU. “causa un daño a la unidad de la familia y es un tema humanitario que debería atenderse con gran atención”, subrayó.
La oleada de menores centroamericanos que ha llegado en los últimos meses a EE. UU. en busca de familiares centró ayer la reunión en Guatemala entre el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y autoridades del país anfitrión, México, El Salvador y Honduras.