Vecinos se percataron de los daños en las tumbas y la profanación de una de estas el miércoles 8 de febrero en el cementerio local y este jueves un equipo de Prensa Libre y Noticiero Guatevisión efectuó un recorrido en el área, donde entrevistó a parientes de algunos de los fallecidos.
La calle principal de la aldea conduce hacia el cementerio, es de terracería, empinada y solitaria, actualmente está en proceso de construcción y esta finaliza en el cerro donde hace unos 12 años se estableció el cementerio.
Entre los pasillos que separan las tumbas está una persona que se identificó como Refugio, quien narró cómo encontró profanada la tumba de Brígida Ramos, de 40 años, quien fue inhumada en agosto de 2022.
EN ESTE MOMENTO
Los malhechores dañaron el ataúd y la cruz también fue quitada, además, ropa fue localizada cerca de un pino y al cadáver le amputaron las piernas.
“Le faltaban sus piecitos”, externó Refugio, quien añadió que un hijo de la fallecida reparó la tumba al ver que no llegó ninguna autoridad a documentar lo sucedido.
“La ropa estaba tirada, las faldas, un su vestido”, añadió Refugio al referirse a la profanación.
Dijo que espera que las autoridades investiguen para dar con los responsable; además, el hijo de la fallecida prestó dinero para comprar el material y sellar de nuevo la tumba.
En el cementerio también estaba María Felipa Gómez Lázaro, quien informó que en el lugar está la tumba de un su hijo, quien fue inhumado hace caso tres años.
A la tumba de su pariente le quebraron la cruz y le destruyeron los floreros.
Entre lágrimas, Gómez externó que sintió “dolor” por lo sucedido a los restos de su hijo.
“Tristeza me dio, porque cada 15 o 20 días lo vengo a adornar y ahora tengo que traer más floreros”, manifestó.
También pidió apoyo de las autoridades para controlar la situación o colocar un portón, ya que temen que más nichos sean profanados.
Mientras que María Gómez indicó que en ese cementerio está la tumba de su mamá y repudió los daños en los nichos. “Esto es serio lo que hicieron porque ellos -los fallecidos- están descansando en paz y les vinieron a hacer daño, por lo que pedimos a las autoridades una investigación”, agregó.
Enfatizó que como comunidad necesitan el apoyo de las autoridades para que no vuelva a suceder más daños en las tumbas.
Externó que le causa tristeza ver lo que pasó, ya que ahorraron para comprar la lápida y recordar a su mamá.
Dijo que ahora les corresponde reparar los daños, pues el sentimiento y los buenos recuerdos los motivan para que las tumbas estén en buenas condiciones.
Manifestó que la población está molesta por lo sucedido y que esperan que las autoridades lleguen a documentar y tomen acciones.
Según Gómez, la autoridad comunitaria ya se reunió para tratar este tema de los daños en el cementerio.
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Teodora Ramos, otra de las entrevistadas, indicó que los responsables de los daños deben enfrentar a la justicia.
“Nos da tristeza”, externó Ramos, quien tiene dos parientes en el referido cementerio.
Brenda del Cid Medrano, alcaldesa de Chinautla, informó que personas mal intencionadas llegaron al cementerio para causar daños y profanar un nicho.
Añadió que el acceso al cementerio estaba en mal estado, por eso efectúan trabajos en el área.
Dijo que hablaron con los vecinos para colocar iluminación e instalar una cámara de vigilancia y ver si hay posibilidades de circular.
Presumen que los malhechores ingresaron por el área de un barranco. Dijo que lo primero es denunciar lo sucedido ante la Policía Nacional Civil para que lo ratifiquen y lo trasladen al Ministerio Público (MP).
Añadió que en la aldea Concepción Sacojito viven unas 800 familias integradas por al menos 1 mil 800 adultos.
La funcionaria indicó que Chinautla tiene cinco cementerios y según ella, no había pasado algo similar como lo ocurrido en Concepción Sacojito.
Datos del MP contabilizan que desde el 2012 se han recibido 424 denuncias por profanación de tumbas, en 2022 se cerró con 37 denuncias.
El artículo 225 del código Penal establece: “Profanación de sepulturas. Quien violare o vilipendiare sepultura, sepulcro o urna funeraria, o en cualquier otra forma profanare el cadáver de un ser humano o sus restos, será sancionado con prisión de seis meses a dos años”.
