De acuerdo con Jean Pierre Devaux, director de la Asociación de Importadores y Distribuidores de Vehículos Automotores (Aidva), entre los más demandados están los picops, con un aumento de 17% sobre el 2021, pasando de 13 mil 702 unidades a 16 mil 58; les siguen las camionetas familiares clasificadas como SUV´s, que crecieron 34.9% en el 2022, con 14 mil 384 vendidas. El único segmento que bajó con relación al año anterior fue el de sedanes, con -17.2%.
El aumento de demanda el año pasado fue influenciada por varios factores, como el hecho de que ya existen en el mercado créditos a plazos más amplios porque ahora existen créditos hasta por 100 meses, aparte de autocréditos de las mismas empresas, que favorecen un poco las tasas de interés. También influyen la seguridad y las garantías.
Por lo tanto, las expectativas para el 2023 son también positivas, aunque en un rango de 3% a 6% de crecimiento, debido a que en los dos años recientes, hubo alzas acumuladas por el efecto de la pandemia, cuando las ventas se redujeron drásticamente.
“Se debe tomar en cuenta el contexto internacional, donde se mantiene una alerta de posible guerra entre Taiwán y China, que son los mayores distribuidores de microchips y eso podría causar una escasez”, expuso.
Otras aristas visualizadas por el sector son el empuje de vehículos eléctricos (aunque son más caros que uno de combustión) y el año electoral en el país.
Importación con resultado mixto
Respecto a las importaciones de automotores, cayó -3.6% en el 2022, pero con un comportamiento mixto, pues el segmento de autos nuevos creció 25.7% (llegando a 56 mil 527 unidades), mientras que se registró una caída de -12.6% en vehículos usados, según la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
En el 2019 se importaron en total 163 mil 895 unidades, pero en el primer año de pandemia (2020), solo fueron 131 mil 16, para una baja de 20%. En el 2021 hubo una recuperación y las compras aumentaron a 190 mil 916 (45%), y ahora se reportaron 183 mil 971 (-3.6%). Estos datos no incluyen motocicletas, refiere la SAT.
La importación de vehículos se maneja conforme a estimación de pedidos para no tener tanto inventario, pero en los últimos años se han registrados problemas con los microchips, la logística, los embarques y las entregas inmediatas. Por ejemplo, muchas unidades estaban vendidas de antemano y las personas tuvieron que esperar 3, 4 o 5 meses a que estuviera disponible el vehículo.
Por ello, muchas de las importaciones coinciden con la demanda, y el margen que queda puede ser lo último que se importó en diciembre; es decir, modelos 2023. Los plazos de espera para recibir las unidades mejoraron en el 2022 a 3 o 4 meses.
Tasas de interés
Respecto al aumento de la tasa líder y su posible efecto en los intereses de los créditos, Devaux mencionó que se analiza como una variable que podría afectar en forma negativa porque al subir las tasas para los créditos de vehículos, las personas posiblemente deciden mantener su dinero ahorrado, en lugar de comprar otro auto.
“Por ahí analizamos el efecto negativo que pueda venir si se incrementan los intereses de los créditos y se favorece el ahorro, pues habría menos circulante, más pasividad en la inversión y otros efectos, aparte de la inflación”, expuso.
En todo caso, afirmó que los intereses han ido aumentando en proporciones muy pequeñas, pues antes de la pandemia estaban entre 6.6% y 6.8% y en la actualidad están entre 8% y 8.5%, que aún no es un incremento que desincentive tanto.
¿Qué pasa con los vehículos usados?
Respecto a los automotores usados que ingresan al país, hasta el 2019 se importaban alrededor de 130 mil, pero en el 2020 la cifra cayó 21% a 103 mil 575; en el 2021 hubo una recuperación de 40.9% (llegando a 145 mil 963), aunque el ritmo no se mantuvo y en el 2022 se situó en 127 mil 444.
Nelson Escalante, presidente de la Federación de Importadores, Vendedores, Gestores y Transportistas de Guatemala, explicó que el sector ha sido afectado tanto por factores internos, como externos.
Del 2020 al 2022 aumentó la demanda de vehículos usados en Estados Unidos, porque se dejó de producir carros nuevos, lo que provocó un aumento en los precios. También afectaron otros puntos ya que hubo un incremento de hasta 60% en los costos de transporte y subieron los tiempos de espera porque no había lugar en las navieras.
“También ha perjudicado el hecho que desde el 2021 no se permite la importación de automóviles con 7 años a partir de la fecha de fabricación, así que como los modelos más recientes son de más alto costo, el precio al usuario también sube”, dijo.
Acerca del financiamiento de vehículos, expuso que se han ido cerrando o disminuyendo opciones de créditos en los bancos, y los analistas del sector les han explicado que podría deberse a los riesgos de la cartera. Sin embargo, mencionó que han surgido otras opciones como las cuotas a 36 meses plazo pero los emisores de tarjeta de crédito cobran un porcentaje alto.