El acuerdo fue firmado por el embajador griego Theodoros Sotiropoulos, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, y por el presidente de la agencia de fronteras de Canadá, Luc Portelance, y aún tiene que recibir el visto bueno del Parlamento Europeo (PE).
El acuerdo con Canadá limita el uso de los datos por parte de las autoridades a actividades para prevenir, detectar, investigar y juzgar amenazas terroristas o delitos transnacionales de relevancia.
Las autoridades canadienses se comprometen además a informar a los Estados miembros y a las autoridades de la UE de cualquier pista que extraigan del análisis de estos datos, así como a respetar un régimen de protección y ciertos requisitos de integridad.
El acuerdo también incluye el derecho de acceso, rectificación y borrado de datos y establece una capacidad de almacenamiento limitada a un periodo de cinco años.
La UE mantiene acuerdos sobre el intercambio de datos de pasajeros aéreos, además de con Canadá, con Australia y Estados Unidos desde 2012.