En un comunicado publicado ese mismo día, la Dirección de la aviación civil dijo que “recibió un informe según el cual un pequeño objeto no identificado fue detectado”.
“Teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas y la imposibilidad de identificar el objeto y su trayectoria de vuelo”, el espacio aéreo fue cerrado por precaución y se volvió a abrir a las 14H46 (12H46) cuando se descartó el peligro.
No se había especificado la razón, pero un periódico moldavo se había referido a “un dron extranjero que vuela sin autorización”.
El pequeño país situado entre Ucrania y Rumania ha decidido reforzar drásticamente las medidas de seguridad frente a los supuestos proyectos de Rusia para derrocar el gobierno proeuropeo.
“El plan incluye atentados contra edificios estatales y la toma de rehenes por parte de saboteadores de origen militar disfrazados de civiles”, declaró la presidenta Maia Sandu el lunes, unas afirmaciones “absolutamente infundadas y que carecen de pruebas”, según Rusia.
Según la presidenta, el Kremlin cuenta con “la implicación de fuerzas internas”, como el partido del magnate prorruso prófugo Ilan Sor, pero también de ciudadanos rusos, bielorrusos, serbios y montenegrinos.
La información fue mencionada por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en Bruselas la semana pasada y procede de documentos interceptados por el servicio secreto ucraniano.
En este tenso contexto, el partido de Shor anunció manifestaciones antigubernamentales este domingo en la capital moldava.