Lugar solitario
“Aquí pasan muchas cosas, pero uno mejor se guarda y no dice nada, por acá vive y pasa muy poca gente, los cuerpos encontrados —el jueves último— no son los primeros, no hace mucho vino una Suburban, se detuvo y tiraron a un muchacho muerto, también se encontró a un taxista muerto”, afirmó un poblador que pidió el anonimato.
“La Arenera tiene más de un año de no funcionar, ahí se ha vuelto un tiradero de cadáveres”, dijo otra persona, quien también se reservó su identidad.
Por el lugar no es común ver pasar a muchas personas. Además, el acceso es muy complicado, solo vehículos tipo agrícola logran recorrer el más de un kilómetro de distancia que separa el cruce del punto donde se localizaron los restos.
El jueves último no fue la primera vez que un hallazgo tan macabro como ese se descubrió en el lugar. El 12 de marzo se localizaron dos vehículos enterrados, uno de tipo agrícola, en el que se encontró un cráneo.
Cierran el acceso
Periodistas de Prensa Libre intentaron llegar al lugar donde se realizaban los trabajos de excavación. No obstante, esto fue impedido por una patrulla policial que custodiaba el lugar. “Ya no es posible que puedan pasar, además los trabajos de excavación están detenidos”, dijo el inspector policial a cargo de la vigilancia del lugar.
De esa cuenta se informó que será hasta mañana cuando se reanudarán los trabajos de excavación.
La banda Sierra Ovando, a la que se le atribuyen los crímenes, es señalada de limpieza social. Hasta el momento se ha capturado a unos 20 supuestos integrantes de esa red, aunque se cree que varios cabecillas continúan prófugos de la justicia.
ANTECEDENTES -Buscan más de cien cuerpos-
Los seis cadáveres encontrados en un sector conocido como La Arenera, en Amatitlán, confirmaron las sospechas de las autoridades de Gobernación y de la Fiscalía de Delitos contra la Vida: ese lugar era utilizado presuntamente por la banda criminal Sierra Ovando, la cual de acuerdo con las pesquisas preliminares está integrada por policías, expolicías y civiles.
Según las investigaciones, se cree que en el lugar podría haber enterradas unas cien personas, víctimas de esta red. Los cuerpos localizados presentaban señales de tortura y las víctimas fueron localizadas con torniquetes y quemaduras.