En marzo de 2004, Roman Abramovich pagó al PSV 18 millones de euros. Su final de temporada con el PSV fue decepcionante. Comenzó a pasar un calvario con las lesiones, y en el Chelsea no llegó a debutar hasta noviembre del 2004. Ese mismo mes se convirtió en el mejor jugador de la Premier.
Siempre que lo respetaron las lesiones Robben pudo demostrar toda su clase. Mourinho, entrenador de los blues, entendió su manera de jugar y con el esquema 4-3-3 el holandés se movía como pez en el agua. Sin embargo, tras finalizar el Mundial de Alemania el Chelsea contrató a Shevchenko y Ballack, lo que obligó a Mou a modificar su esquema, que no convenía tanto a Robben, y entre lesiones y suplencias pasó la temporada.
En agosto del 2007, el Real Madrid hizo una oferta por Robben. La relación con Mourinho se había enfriado, por lo que el holandés firmó con el conjunto blanco. Su primera temporada terminó con cuatro goles en 21 partidos. Sin embargo, el 27 de agosto del 2009, el Madrid lo pasó al Bayern.
En su etapa en el conjunto bávaro se ha convertido en uno de los estandartes con un equipo que asusta. Ha marcado más de 40 goles en cuatro temporadas y lo ha ganado todo. Su mayor éxito fue el tanto en la final de Champions en el 2013 ante el Dortmund, al que venció 2-1.
Tiene un palmarés admirable: una Liga y una supercopa holandesa, dos Premier League, una Community Shield, dos Copas de la Liga inglesa, una FA Cup, una Liga española y una Supercopa española, dos Bundesliga, dos Copas y dos Supercopas alemanas, una Champions League y una Supercopa de Europa.
Con la Selección debutó en el 2003. Su debut se produjo el 30 de abril del 2003 contra Portugal, en amistoso. Ha disputado tres Eurocopas y dos Mundiales. En el recuerdo aquella final con España en el 2010 en la que falló un mano a mano con Casillas, que prácticamente le costó el título.