Estos santos son patronos de varios municipios, muchos de los cuales llevan el mismo nombre, pero al igual que San Isidro Labrador, son venerados en todo el país.
En el caso de San Juan Bautista, cuya celebración en el santoral católico es el 24 de junio, con el objetivo de ubicarlo a seis meses del nacimiento de Jesús, pero Urquizú señaló que debido a que fue quien bautizó al Mesías, está vinculado con la abundancia de agua en los ríos y riego de siembras.
Señaló que San Cristóbal no tiene el aval de santo por parte de la Iglesia Católica, pero es venerado en todo el mundo, especialmente por los pilotos automovilistas, que le piden protección, pues durante el invierno el índice de accidentes viales se incrementa.
Monseñor Rosolino Bianchetti, obispo de Quiché, refirió que la Iglesia Católica no rechaza a San Cristóbal, pero durante la reforma del calendario litúrgico, en 1969, lo depuró porque no contaba con datos suficientes para avalar su santidad, pero eso no significa que la desconozca.
“La Iglesia no se opone a que siga siendo venerado, pues se sabe que cuando ayudó a un infante a cruzar un río, este se le reveló como el Niño Dios”, comentó.
Sin embargo, en algunos municipios como San Cristóbal Verapaz, la feria patronal fue cambiada en honor de Santiago Apóstol.
En cuanto a la tradición de que la población relacione a santos católicos con el agua, Bianchetti considera que esta surgió durante un época en la que predominaba el mundo rural, el cual estaba ligado con el ciclo agrícola, en Europa, y por ello los pobladores pedían a determinados santos que intercedieran por ellos ante Dios.
Aclaró que la cultura maya también cuenta con tradiciones y creencias milenarias sobre el ciclo del agua, y algunas de ellas se han fundido con la fe católica.
El párroco de Ixcán, Guillermo Hernández, señaló que San Antonio de Padua puede estar relacionado con el campo, porque es el santo patrono de los animales.
Fernando Urquizú dijo que antes el ciclo agrícola empezaba con una rogación, y continuaba con una revisión sobre el inicio de la lluvia y el crecimiento del nivel del agua y ensanchamiento de los ríos. “Se solía colocar cruces para señalizar el crecimiento o decrecimiento del cauce, por ello era también importante la veneración de la Cruz, cuyo día se celebra el 3 de mayo”, resaltó.
